Tragando saliva, moviendo nervioso la comisura de los labios y con los ojos acuosos por el minuto de silencio que la grada guardó por la muerte de su padre, Simeone asistió a una victoria primero sufrida y después cómoda de su Atlético ante el Alavés. El sentido homenaje destiló ese aire familiar con el que la hinchada rojiblanca adopta jugadores y técnicos como uno de los suyos. Como ahora sucede con João Félix, que marca el paso de su equipo con goles y fútbol. Una vez más abrió el marcador de su equipo y cuando el partido se complicó por el empate del Alavés lo solucionó. Suma ocho tantos en Liga, seis de ellos en los últimos seis encuentros. Su liderazgo en el campo crece partido a partido.
4
Oblak, Reinildo Mandava, Savic, Vrsaljko, Giménez (Felipe Monteiro, min. 85), Renan Augusto (De Paul, min. 45), Kondogbia, Marcos Llorente (Matheus Cunha, min. 71), Lemar (Carrasco, min. 45), Griezmann (Luis Suárez, min. 60) y João Félix
1
Pacheco, Laguardia, Nahuel Tenaglia, Lejeune, Rubén Duarte (Ximo Navarro, min. 45), Pina (Pellistri, min. 77), Pere Pons (Manu Vallejo, min. 45), Escalante, Edgar Méndez (Mamadou Loum , min. 77), Joselu y Luis Rioja (Miguel De La Fuente, min. 84)
Goles 1-0 min. 10: João Félix. 1-1 min. 62: Escalante. 2-1 min. 74: Luis Suárez. 3-1 min. 81: João Félix. 4-1 min. 89: Luis Suárez.
Árbitro Mario Melero López
Tarjetas amarillas Marcos Llorente (min. 71)
No tardó un minuto Simeone en hacer de tripas corazón para ocupar su lugar en la banda y alentar a sus futbolistas a esforzarse en la recuperación de la pelota para hacerse con el partido en sus primeros compases. Con las bajas de Koke, por sanción, y Herrera, por lesión, el Cholo probó un novedoso centro del campo, con Lemar a la derecha, Lodi a la izquierda y Marcos Llorente y Kondogbia en la sala de máquinas. Fueron los revoloteos de Lemar los que agitaron al Atlético. El francés enjauló un centro raso de Lodi, bien visto por Kondogbia en el costado izquierdo. El tanto fue anulado porque el brasileño arrancó por un palmo en fuera de juego, pero la jugada empieza a ser uno de los últimos automatismos que han incorporado los rojiblancos.
Con Marcos Llorente adelantado, el equipo de Simeone también recupera un mayor volumen de rupturas por la derecha. Por ese flanco aceleró una jugada el Atlético con Griezmann y Vrsaljko. El croata puso un caramelo y la ejecución de João Félix fue académica. Primero en el desmarque para alejarse de Laguardia y después para marcar los tiempos en el aire, girar el cuello y dirigir el cabezazo a la escuadra.
El tanto podía presagiar una noche plácida para el Atlético con vistas a su exigente visita al Manchester City del martes, pero se desvió por derroteros de fútbol trabado. Entre golpes que paraban el juego y la multitud de pérdidas de balón de uno y otro equipo dibujaron un resto del primer acto áspero e insulso. Solo algunos detalles técnicos de João Félix en controles de malabarista alegraron la vista.
Al regreso, Simeone, pensando en el City, dejó a Lemar y a Lodi en el vestuario y le dio vuelo a Carrasco y a De Paul. Mendilibar, acuciado por la necesidad de puntuar ya como sea, maniobró con las entradas de Manu Vallejo y Ximo Navarro por Duarte y Pere Pons. Le sentaron mejor los cambios al Alavés, que se hizo con el gobierno del encuentro. También facilitado por malas entregas de De Paul y Kondogbia que animaron a los futbolistas de Mendilibar a presionar y encajonar al Atlético. No sacó rédito de ese buen arranque de segundo tiempo el Alavés, pero cuando parecía que el Atlético entraba de nuevo en el partido, Escalante batió a Oblak con un certero cabezazo con media hora por jugarse.
Simeone tuvo que recurrir a la dinamita de Luis Suárez y Cunha. Fue el brasileño, que es un manual de desmarques al espacio, el que le arañó un penalti de juvenil a Lejeune. Le enseñó la pelota en el área y el central picó con una patada en la espinilla que Cunha exageró en cuanto notó el golpe. Entre el sonido del impacto, con el colegiado cerca, y la media rasgada reforzaron la decisión del árbitro. Suárez reventó la red por el centro de la portería.
De nuevo con ventaja, emergió otra vez la finura de João Félix en los controles. Una falta cruzada desde el centro del campo la estiró en el costado izquierdo con la puntera para deshacerse de su marcador y asistir a Vrsaljko para que empujara la pelota. Pacheco obró una parada milagrera con un manotazo, pero al rechace estuvo ávido el luso. De otra combinación suya con Cunha nació el cuarto gol, ejecutado por Suárez tras un buen pase filtrado del brasileño.
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