El Gobierno de Corea del Sur se ha puesto serio para frenar el avance del COVID-19. En las últimas horas el Gobierno del país asiático ha anunciado que todos los que se salten la cuarentena obligatoria tendrán que llevar un brazalete que vigilará todos sus movimientos. Chung Sye-kun reconoce que se trata de una medida drástica pero necesaria ante el incremento en el número de personas que no están cumpliendo con el confinamiento.
Hasta el momento Corea del Sur no ha limitado los movimientos de sus ciudadanos ni ha cerrado las fronteras del país. Sin embargo, todos los que hayan tenido contacto con personas contagiadas de coronavirus deben quedarse en casa durante 14 días. El confinamiento también es obligatorio para todos los que entran en el país.
A partir de ahora todos los que hayan violado la cuarentena tendrán que llevar el brazalete. También serán multados con sanciones que pueden alcanzar los 10 millones de wones, 7.500 euros al cambio. Además, si se saltan el confinamiento obligatorio en repetidas ocasiones, podrían enfrentarse a penas de hasta un año de prisión.
En estos momentos se estima que hay unas 50.000 personas confinadas en Corea del Sur, de las cuales 160 han violado la cuarentena, según datos aportados por el Gobierno del Corea del Sur. El país asiático también está haciendo grandes esfuerzos por reducir los casos importados, que desde hace algunas semanas están suponiendo el 50% de los nuevos contagios diarios.
Una nueva medida del Gobierno de Corea del Sur que quizá otros Ejecutivos alrededor del mundo se plantean implantar en sus países. Todo con el objetivo de frenar la pandemia del COVID-19, que ya se ha cobrado la vida de más de 100.000 personas a nivel global.
Source link