Los dos únicos jóvenes que eran menores de edad cuando participaron en la brutal paliza que acabó con la vida de Samuel Luiz en plena zona de copas de A Coruña el pasado mes de julio cumplirán condena por un delito de asesinato. Según informa el Tribunal Superior de Justicia de Galicia, los acusados, que permanecían tutelados en un centro de menores, han llegado a un acuerdo de conformidad con las partes personadas al reconocer los hechos y permanecerán internados, en régimen cerrado, tres años y medio. Fuentes del tribunal han desmentido las noticias de que los muchachos se encontrasen en libertad después de alcanzarse el plazo máximo de nueve meses de internamiento preventivo si no se celebraba el juicio. Al acuerdo de conformidad se llegó a principios de abril, antes de expirar ese plazo.
La condena a tres años y medio también contempla la medida de libertad vigilada durante otros tres años a partir del día que salgan del centro de menores. Otras cinco personas, cuatro chicos y una chica, fueron arrestadas en el marco de la investigación por la salvaje agresión contra el joven coruñés en la primera noche de ocio nocturno tras las restricciones de la pandemia. Tres de los varones ingresaron en prisión provisional mientras que la mujer y el otro joven permanecen en libertad con cargos.
La condena de los menores, por asesinato y no por homicidio, marca el rumbo de la causa abierta contra los mayores de edad que están en prisión. Tanto la Fiscalía como las demás acusaciones reclaman una condena por el delito más grave, a la espera de que se fije una fecha para el juicio. El crimen tuvo lugar en la madrugada del 3 de julio, cuando el grupo agresor se encontraba en un local de copas y Samuel Luiz Muñiz, al que no conocían de nada, se hallaba con una amiga, hablando por videollamada con otra chica de Pontevedra.
Lo que la Policía Nacional describió como una “jauría humana” se abalanzó sobre el joven, que no pudo defenderse a pesar de la ayuda de dos ciudadanos senegaleses que estaban en la zona del paseo marítimo. Aunque Luiz logró incorporarse, sus agresores lo persiguieron atravesando la calle y lo redujeron de nuevo. Cuando dejó de moverse, huyeron. Durante varias semanas, después de difundirse por las redes sociales los tintes homófobos de la matanza, el suceso de A Coruña dio lugar a concurridos actos de protesta por toda España.
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