La Selectividad del año pasado alcanzó un récord de aprobados (92,7% del total de presentados y 94,6% entre los que procedían del Bachillerato) y mantuvo importantes diferencias territoriales. Los datos oficiales reflejan que el porcentaje de aprobados difirió hasta en 7,7 puntos porcentuales entre las comunidades. La distancia entre las notas medias llegó a ser de hasta un punto. Cada autonomía organiza sus pruebas de Selectividad, pero el distrito universitario es único. Es decir, que un alumno puede matricularse en una carrera en cualquier facultad de España, al margen de dónde haya realizado las pruebas de acceso a la Universidad. Y la competencia por acceder a ciertas titulaciones se decide en muchos casos por milésimas.
La suavización de las reglas de la Selectividad aprobadas con motivo de la covid ha tenido como efecto, si se comparan los resultados de 2021 con los de 2019, la última edición prepandemia, que la diferencia de aprobados entre territorios se ha reducido, mientras que la distancia entre las notas medias se ha ampliado, según los datos del Ministerio de Universidades.
Las cinco comunidades con más aprobados totales en la evaluación de acceso a la Universidad (Evau) del año pasado fueron: País Vasco (97,6%), Castilla y León (97%), La Rioja (96,4%), Aragón (95,8%) y Navarra (95,1%). Y las cinco autonomías con menos fueron Canarias y Baleares (ambas con el 89,9%), Galicia (90,5%), Andalucía (91,8%) y Madrid (92%).
En cuanto a la nota media (de los aprobados procedentes de Bachillerato), las cinco comunidades con mejores calificaciones fueron: País Vasco, Castilla y León, Cantabria y Murcia (con un 7,2) y Asturias (7,1). En el otro extremo, los territorios con calificaciones medias más bajas fueron Baleares (6,2), Galicia (6,6), Madrid, (6,7), Comunidad Valenciana y Canarias (6,8).
La diferencia de aprobados entre territorios se ha reducido respecto a la edición de 2019 (las autonomías donde antes de la pandemia ya aprobaban casi todos los alumnos, como el País Vasco, donde lo hacía el 95,7%, tenían menor margen de crecimiento que aquellas que partían de más abajo, como Galicia, donde hace dos años el porcentaje era del 86%). Las posiciones relativas de las autonomías en la clasificación de aprobados no han variado mucho, aunque hay algún caso llamativo, como Canarias, donde en 2019 aprobaba un porcentaje de alumnos (91,7%) superior al de 2021 (89,9%).
La diferencia territorial entre las notas medias de la Selectividad, en cambio, ha aumentado: en 2019 era de 0,6 puntos y el año pasado alcanzó un punto. Y tampoco el orden que ocupaban las autonomías han cambiado mucho entre el sistema de evaluación anterior y posterior a la pandemia: las cinco autonomías donde los alumnos obtenían mejores notas medias en 2019 vuelven a ocupar los cinco primeros puestos en 2021, aunque en posiciones distintas. En el grupo de cola repiten cuatro de las cinco; la excepción es Madrid, que hace dos años ocupaba el octavo puesto y el año pasado descendió al decimoquinto. La nota media del conjunto de los alumnos aumentó en 2021 cuatro décimas respecto a 2019, hasta alcanzar un 6,9.
La llamada calificación de acceso a grado es el resultado de una fórmula en el que la nota media del Bachillerato pesa un 60% y la calificación en la fase general de la Selectividad, un 40%. A esto, que da como máximo 10 puntos, todavía hay que sumar, para obtener la nota de admisión, que es con la que se compite para obtener una plaza en la facultad, el resultado que los alumnos obtienen eventualmente en la fase voluntaria de la Selectividad, que permite presentarse a más exámenes y conseguir hasta otros cuatro puntos más. De ahí que la nota máxima de admisión que puede alcanzar un alumno sean 14 puntos. Los datos del Ministerio de Universidades permiten comparar la calificación de acceso a grado por comunidades (esto es, nota del Bachillerato más fase general de la Selectividad). Y el resultado cambia bastante el panorama territorial respecto al que arrojan por sí solas las calificaciones de Selectividad.
Las cinco autonomías que en este caso se sitúan en cabeza son Murcia (7,8), Andalucía, Extremadura, Asturias y Canarias (7,7 todas ellas). Y a la cola aparecen Baleares (7,1), Cataluña (7,3) y, empatadas, Madrid, Comunidad Valenciana, Galicia, Navarra y La Rioja (7,4). El efecto de las notas del Bachillerato, que ponen los centros educativos, en la calificación de acceso a la Universidad da argumentos a los expertos que, como Ana Remesal, profesora de Psicología Evolutiva y de la Educación en la Universidad de Barcelona, advierten que las críticas que recibe la Selectividad por no plantear las mismas pruebas en las distintas comunidades, suelen olvidar que es solo una de las diferencias que influyen en los resultados de los estudiantes, entre las que también está el contexto familiar del alumno o los correctores que le toquen en unas pruebas con muchas preguntas abiertas.
El porcentaje de alumnos que el año pasado lograron sobresaliente en la Selectividad, respecto al total de estudiantes presentados a las pruebas, también fue mucho más elevado que antes de la pandemia como consecuencia de la flexibilización de las reglas, que hacen que los exámenes sean más sencillos. A la cabeza se situaron Murcia y Asturias (12,9%), Extremadura (11%), Cantabria (10,9%) y Castilla-La Mancha (9,7%). A la cola, Baleares (1,9%), La Rioja (3,1%), Comunidad Valenciana (3,4%), Galicia (3,7%) y Cataluña (3,8%). La media en el conjunto de España fue del 6,5%. En 2019, el volumen de sobresalientes y las diferencias entre unas comunidades y otras fue muy inferior: Asturias, donde más alumnos consiguieron dicha calificación, el porcentaje alcanzó el 5,4%, mientras que Baleares, donde menos, fue del 1%. En 2020, el primer año con las reglas más generosas en la Selectividad, la diferencia entre unos y otros territorios fue incluso mayor que el año pasado: en Asturias obtuvieron la máxima nota un 14,6% de los estudiantes y en Baleares, el 2,1%.
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