La Real Sociedad acaricia con la yema de las dedos su primera participación en la Champions femenina, por lo menos en sus fases previas, merced a una extraordinaria campaña de la mano de Natalia Arroyo (Esplugues de Llobregat, 1986). Tras la extraña fuga de 10 futbolistas de calado a otros destinos el verano pasado, la entrenadora catalana ha logrado crear un equipo ganador, el txapeldun de la otra liga, la que juegan los que no son el Barça. Quedan tres partidos y toca refrendarlo. La Real puede ser de Champions dentro de una semana. Suena bien.
Seis puntos de ventaja con respecto a las tres perseguidoras a falta de tres partidos, ¿cómo ve la situación?
Creo, sinceramente, que nuestra situación es muy buena. Es donde nos hemos merecido estar. Estamos aguantando el tipo en este tramo final, cuando todo el mundo aprieta. Nos desmarcamos al principio de la temporada y ahora estamos todos en ese arreón para ese objetivo tan precioso que es el ir a Europa. Estamos cuatro implicados, pero la ventaja que nos hemos ganado nos da ese punto de seguridad, confianza y margen. Estamos contentas porque depende de nosotras. Llevamos la iniciativa, como en el juego. Las piernas y la cabeza están cansadas, pero no nos podemos permitir fallar. Hay que seguir.
¿Han llegado al punto de que no clasificarse para la Champions sea una decepción?
No sé qué será si pasara, porque no lo he pensado, pero, siendo realistas, todas las opciones están abiertas. Todo depende de que nosotras tengamos una serie de tropiezos y hasta ahora hemos sido fiables, eso me da confianza. Tiene mucho valor lo que estamos logrando, cada victoria y, terminemos como terminemos, seguirá teniéndolo porque estamos hablando de una fantástica temporada. De todas formas, estamos tan cerca del objetivo de la Champions, que es lo único que nos va a llenar. Queremos sacar los nueve puntos que quedan, pero primero, el Rayo.
¿Era un sueño imposible en agosto estar en esta situación, tras la salida de 10 jugadoras importantes?
Lo podíamos ir fantaseando las más atrevidas, pero teníamos la prudencia de no decirlo. Hay otros clubs en los que el presupuesto, la inversión y el proyecto van encaminados a meterse en Europa y lo que no sea eso, lo altera todo. No es nuestro caso. Pero cuando arrancamos, recolocando las piezas nuevas que venían y los cambios evidentes que ocurrieron, definimos los objetivos y ya vimos de qué nos veíamos capaces cuando miramos el calendario. Ganamos dos partidos clave y empezamos a echar cuentas de que podíamos estar aquí. Desde el primer día, fuimos conscientes del potencial que teníamos y de que podíamos ganar incluso partidos que no nos correspondían. Fuimos solventes y ahora estamos siendo capaces de resistir cuando todo el mundo aprieta.
¿En qué momento vio Natalia que todo esto era posible?
Al principio, cuando definimos los objetivos con el staff, con Edurne, la psicóloga, a la cabeza. Mirando los partidos que podíamos ganar, verbalizamos que, haciendo eso, podíamos ser equipo de Champions. La gente fue creyendo que era posible y los resultados, los nuestros y los de otros equipos, que iban dejándose puntos, lo iban ratificando. La clave de dónde estamos ahora son los números fuera, que son muy, muy buenos. En casa, a excepción de algún partido que nos ha manchado un poco, hemos sido capaces de ganar bastantes puntos.
Cuatro puntos son suficientes para ser segundas, ¿echan esas cuentas?
Es inevitable pensar cuánto necesitas. Pero nosotros somos un equipo que gana o pierde, no vamos a empatar. Hemos funcionado con el motor de cada día y lo vamos a intentar aplicar también en la competición. Tenemos ese debe con la gente ante el Rayo y el Alavés en casa. Y ganar en Tenerife nos permitiría decir que hemos ganado fuera a todos los equipos que han estado ahí arriba. Eso ya es estimulante. Intentaremos hacer nueve de nueve.
¿Le gustaría que estos partidos fueran en Anoeta?
Está el problema de cómo lo quiera organizar la Liga, en qué medida serán horarios unificados o no o seguiremos manejándonos según el calendario, televisión y horarios. A nosotros nos sentó bien Anoeta. Lo he vivido este año y desde la distancia, cuando comprobé que éramos capaces de reunir a 20.000 personas en otra situación clasificatoria. Ojalá tengamos más Anoeta mientras esté yo aquí. Depende de muchas cosas, de la convivencia con el primer equipo y Sanse. Si vamos a Anoeta, será una fiesta, ojalá lo sea y que nos ayuden a ganar. Y a celebrarlo.
Hay que aclarar que conviene ser segundas y que aún así, habrá que pasar una dura eliminatoria previa
La Champions femenina no es como la masculina. Por el ranking que ocupa el fútbol español, lleva a tres candidatos de su Liga: el campeón y defensor del título, que va directo, el segundo clasificado tiene que hacer una eliminatoria previa y el tercer clasificado tiene que hacer una doble eliminatoria previa. El Madrid fue segundo, superó una eliminatoria muy difícil ante el City y se metió en fase de grupos y le llevó a ese miércoles-domingo que tanto nos ilusiona a todos. Puede ocurrir que ese sueño de Europa termine en agosto en esa semifinal que se tiene que jugar. El Levante hizo cuatro partidos fantásticos, pero se topó con el Lyon y cayó. Es determinante ser segundas para tener una eliminatoria menos y ajustar la vuelta a la competición. Es un verano con Europeo y Copa América y nosotras tenemos jugadoras internacionales. Y no es lo mismo que nada más volver deban jugar una eliminatoria de sí o no, a que tengan un mes y disputen la primera eliminatoria en septiembre.
Y si la Real es segunda, se puede topar con un PSG, un Arsenal, un Bayern, equipos muy potentes…
Hay que mirar lo que han hecho otros equipos españoles. El Barça ahora es campeón de Europa, pero en su debut no tuvo nada que hacer ante el Arsenal. Y luego fue avanzando. Eso son años y años. Lo que queremos ahora es estar todos los años peleando por una plaza de Champions y, a partir de ahí, vivir la experiencia de una fase de grupos, un nuevo formato muy chulo porque te ofrece mínimo seis partidos.
¿Por qué merece la Real ir a la Champions? ¿Por qué ha sido mejor que el Madrid, el Atlético, el Levante?
De los que has citado, y a mí me ha pasado, cometemos el error de no incluir al Granadilla. Y podría ser un equipo al que asemejarnos, en cuanto a que nadie nos metía en esas primeras quinielas y a partir de ahí, de jugar bien, de dominar, hemos sido capaces de ganar los partidos que había que ganar. Otros equipos se han dejado puntos y nosotros hemos sido bastante fiables durante todo el año. Tuvimos un bache, porque el calendario fue criminal y nos afectó, pero fue el único paréntesis del curso. Hemos tenido una identidad muy marcada, sobre todo fuera de casa, y hemos tenido las ideas muy claras y gestionado muy bien el balón. Salimos al campo con un plan de ataque y unas individuales muy poderosas que deciden. Tenemos un plan, un modelo y una idea que nos ayudan cuando perdemos el horizonte. Y tenemos nombres propios capaces de ganarte el partido y eso es lo que marca la diferencia. Y un clima muy bueno.
¿Qué supone para la Real jugar la Champions, cuando la consiga?
El club está orientado a crecer y en ese proyecto Europa es un escaparate, es un siguiente paso, un aliciente para que la jugadora se quiera quedar y quiera venir aquí. En ese crecer, ya no vale con quedar sextas, sino competir contra las mejores. Vamos a intentar mostrar el club, el escudo y ser un atractivo para que las jugadoras entiendan que en la Real van a tener una experiencia deportiva de alto nivel y aspirar a cosas cada vez más estimulantes.
¿Esto que está logrando la Real es también un mensaje para las que no quisieron seguir aquí?
No, no creo. Ellas eligieron un lugar en el que entendían que iban a ir a mejor.
Pero les ha ido peor..
Porque nos ha ido muy bien a nosotras. Prefiero quedarme con las que se quedaron, que son a las que tenemos que agradecer esta temporada. A las que se fueron también hay que agradecerles que nos dejaran en ese punto. El club también es toda la gente que ha pasado anteriormente. Una parte de las que se marcharon fueron las que lograron el único título que tenemos; yo no lo tengo. Mucho respeto a los que han ganado una Copa, a las que estuvieron cerca de la cuarta posición el año pasado. Son decisiones individuales. Habrá alguna que dirá: ‘Ostras, si me hubiera quedado, fíjate’.
Ya no habrá más riesgo de desmantelamiento o huidas este verano, ¿no?
De todo aprendemos. Lo ocurrido la temporada pasada tenía que ver mucho con una manera antigua de hacer las cosas, contratos más cortos y ahora estamos un proceso de hacer contratos un poco más largos. Todos los equipos que miran a Europa planifican a año y medio vista. Nos acomodamos a eso. Estamos cerrando renovaciones y yo misma me he querido implicar de esa manera. El club mira refuerzos para los dos próximos años, desde ese relato del ¿qué no sube desde Zubieta?
¿Ya se miran refuerzos de cara al próximo curso?
Desde hace muchos meses. Estamos mirando qué posiciones se pueden reforzar, en qué aspectos de juego nos ponen en dificultades. Decidimos ser un grupo más corto porque entendimos que era lo que nos podía ayudar esta temporada. Y hemos acertado. Nos ayuda a tener a todo el grupo metido. Hay que seguir siendo sensatos y serenos, pero seremos alguna jugadora más de las que hemos sido. Van a venir jugadoras seguro, pero los refuerzos encubiertos serán la vuelta de Cecilia y la continuidad de otras jugadoras.
¿Qué jugadora le ha sorprendido por su extraordinario rendimiento?
Todas las jugadoras están teniendo un rol un poco más importante que la campaña anterior y se han demostrado a sí mismas que tienen un nivel para llevarnos a la segunda plaza. Si me tuviera que mojar, te hablaría de Elene Lete. El año pasado tuvo una titularidad como regalo, porque Ander, el entrenador de porteras, entiende que lo merece. Había estado a la sombra de la mejor portera que ha tenido la Real, que es Mariasun, y otra que estaba compitiendo muy bien como Adriana. Elene ha crecido, las circunstancias le sitúan como titular en muchos partidos y está dando las prestaciones que está dando. Es la jugadora que puede habernos sorprendido más. A mí no tanto, porque la veía entrenar. Nivelazo.
Usted firmó hasta 2024, ¿por qué?
Es que yo estoy encantada aquí. He hablado con otros entrenadores para saber que de donde estás a gusto no te muevas mucho. Aprovecho y aprendo aquí, tengo un entorno de trabajo comodísimo, un staff maravilloso con el que aprendo todos los días, tengo las instalaciones muy cerca de donde vivo, vivo en una ciudad fantástica… y un clima con dirección muy cómodo. Y es importante. Me dejan trabajar, me escuchan y vamos de la mano. Me interesa este proyecto y quiero formar parte de él. Quiero formar parte de la Real del futuro. No lo dudé ni un poco. Se puso una cosa encima de la mesa y fue un sí al día siguiente.
¿Qué le ha dado Gipuzkoa?
Es un entorno en el que se vive bien y tranquilo, se come bien, es una ciudad txikita y grande a la vez para hacer vida cuando te lo permite el día a día. Estoy cómoda. Estoy aprendiendo que los guipuzcoanos y los catalanes nos parecemos un poco. De primeras, parece que no te vamos a abrir la puerta, pero cuando la cruzas, somos gente de fiar.