Un paquete de salchichas vegetales de Beyond Meat. En vídeo, declaraciones del consejero delegado de la compañía, en Nueva York.
Wall Street ha probado hoy por primera vez la carne de mentira, un sucedáneo a base de proteínas vegetales, que produce Beyond Meat. La compañía tiene entre sus primeros inversores al actor Leonardo DiCaprio y al gurú tecnológico Bill Gates, y ha comenzado este jueves a cotizar en el Nasdaq con una valoración inicial de 1.460 millones de dólares (unos 1.300 millones de euros). La expectación era alta que al cierre de la sesión se revalorizaba un 163%, hasta superar los 65 dólares por acción. El objetivo de la compañía es replicar la estrategia que transformó la industria láctea y llenó las estanterías de cosas que parecen leche, pero no lo son, como las bebidas de soja o almendras. Pero el reto al que se enfrenta es colosal.
La oferta pública de Beyond Meat ya era mayor que lo anticipado por la demanda. La compañía de El Segundo (California) sacaba a la venta 9,6 millones de acciones, a 25 dólares el título (22,3 euros). Eso le permitirá recaudar 241 millones de dólares (215 millones de euros). El último precio de referencia que se dio a los inversores fue de entre 23 y 25 dólares el título, que ya representaba un importante incremento comparado con la primera horquilla de 19 a 21 dólares. Y arranca con compras a 46 dólares. De ahí remontó durante las primeras horas de cotización hasta casi triplicar su valor al superar los 73 dólares.
Este productor de carne vegetal fue creado por Ethan Brown hace una década. Se presenta como el ejecutivo de una tecnológica. El dinero que obtiene con la colocación lo destinará para invertir en la expansión de su capacidad de fabricación, con la apertura de nuevos centros de producción. También lo destinará al desarrollo de nuevos productos que emulan el pollo y el cerdo, así como a campañas dirigidas a persuadir a los amantes de la carne animal de que se pasen a sus hamburguesas verdes.
Produce hamburguesas, pero también salchichas, preparados para emular la carne picada de la boloñesa o albóndigas. Para promocionarse, tiene un grupo de deportistas a los que llama “embajadores” y que realizan vídeos para explicar las ventajas de comer carne de mentira. En las imágenes de las recetas que publica en su web, las hamburguesas brillan y sueltan jugos como si fueran un trozo de solomillo recién salido de un asador. Mezclan plantas y productos vegetales como guisantes, patatas, levaduras y distintos aceites como el de coco o girasol, los someten a cambios de temperaturas, presión y otros procesos hasta que tienen textura, sabor y olor de la carne que imitan.
Una cuestión medioambiental
Brown empezó a desarrollar su carrera profesional en el sector de las energías limpias. Pero siempre le rondó por la cabeza la pregunta de si eran necesarios los animales para producir carne. Estos productos a base de proteínas vegetales que sustituyen la carne de ternera, de cerdo y pollo están ganando popularidad en EE UU y Europa. No es solo porque sean más sanos, también por las implicaciones medioambientales del modelo de producción de la industria cárnica.
Una de las hamburguesas que Beyond Meat promociona en su web
“El ganado es uno de los principales contribuyentes a las emisiones de efecto invernadero”, argumenta el ejecutivo en la carta que dirige a los inversores presentando los méritos de la oferta, al tiempo que explica la presión que ejerce sobre recursos naturales. También cita las cuestiones relacionadas con el trato de los animales y las consecuencias del consumo de carne, como el cáncer, la enfermedades cardiovasculares y la diabetes.
Beyond Meat cuenta que las vacas comen vegetales y sus cuerpos funcionan como “biorreactores que organizan” los nutrientes que comen para formar la carne. Según Browns explica, su filosofía es prescindir del proceso de digestión y del sistema muscular del animal, y elaborar directamente la carne a través de vegetales. Lo que hace, asegura, es emular ese “biorreactor”, utilizando los mismos constituyentes de las plantas —aminoácidos, lípidos, minerales, vitaminas y agua— y organizándolos en una arquitectura básica similar a la carne animal.
De venta en supermercados de Estados Unidos
La compañía comercializa Beyond Burger, que se encuentra en los supermercados orgánicos Whole Foods de Amazon, Kroger y los hipermercados Target o se puede consumir en las cadenas de restaurantes TGIF, Carl´s Jr. y la canadiense A&W. Brown no defiende el abandono de la carne animal de la dieta, aunque sí plantea un cambio en la definición para que se tengan en cuenta productos alternativos elaborados con una composición y estructura diferente.
También tiene también planes para expandirse fuera de EE UU. La estrategia para crecer no pasa, en todo caso, por ganarse al consumidor vegetariano, que representa menos del 5% de la población en EE UU. Su objetivo son los “flexitarianos”. Un 40% de los consumidores está abierto a probar productos a base de vegetales, según una reciente encuesta de Nielsen Homescan. Beyond Meat quiere así pegar bocado al mercado de la carne animal, que mueve 1,4 billones anuales.
Creciente competencia
El estreno bursátil es el primer paso para darle visibilidad global a su negocio. El de la carne vegetal es, en todo caso, un negocio incipiente y Beyond Meat en concreto debe demostrar que puede ganar escala suficiente para empezar a ser rentable. Los ingresos de la compañía rondaron el pasado ejercicio los 88 millones. Es más del doble cuando se compara con el año precedente. Pero pese a este ritmo de crecimiento, sigue generando unas pérdidas próximas a los 30 millones.
Tyson Foods, el mayor productor de carne animal en EE UU, se anticipó a la nueva tendencia e invirtió en Beyond Meat. Llegó a controlar el 6,5% del capital. Pero la semana pasada anunció la venta de su participación para concentrarse en desarrollar una línea alternativa de productos. Burger King, por su parte, acaba de asociarse con Impossible Foods para vender una hamburguesa Whopper hecha con proteínas vegetales que sangra.
Beyond Meat tiene también entre sus competidores directos a Boca Foods, Field Roast Grain Meat, Gardein, Lightlife, Morningstar Farms y Tofurky. Todas buscan replicar la estrategia que transformó el mercado de los productos lácteos, con un producto más saludable. Pero batir a los grandes conglomerados de la industria cárnica como Cargill, Hormal Foods, JBS y WH Group será cuanto menos más costoso, porque disponen de mucho más dinero y recursos.
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