1-1: La Real se proclama subcampeona

El 8 de mayo de 2022 pasará a la historia como el día en que la Real se proclamó subcampeona de la Liga Iberdrola. Una generación que pasa directamente a los libros de oro del club sumó en Granadilla de Abona el punto necesario para asegurar el segundo puesto, el mejor desde que se fundó la sección hace 18 años. El logro, un broche de oro memorable, significa jugar una sola previa de Champions en septiembre. 

El primer empate a domicilio de la temporada es un tesoro. Se ganó el punto la Real compitiendo con espíritu gladiador, brochazos del fútbol que le ha llevado a la medalla de plata, con una pareja de centrales titánica formada por Vanegas y Etxezarreta, contra un rival venenoso como el Granadilla. El éxito, con Mirari como heroína inesperada gracias a su gol, tuvo un desenlace polémico por un gol fantasma de las tinerfeñas que no subió al marcador con empate a uno. 

Como estaba previsto, la visita a La Palmera no fue precisamente un capricho del turismo. El paradisíaco destino apenas tenía que ver con la verdad de la cita: despojarse de las dificultades que entraña jugar contra el viento reinante, la hierba artificial y las dimensiones singulares del campo. 

A la Real le costó encajar en el escenario. Seguro que mediatizada por el gol tempranero del Granadilla, en el primer minuto. Lete midió mal la salida a un balón sin dueña y Martín-Prieto resolvió de vaselina. Antes de que hubiera tiempo a pulsar el pçalpito del partido, el marcador se puso en contra. A la Reasl no le sentó bien y el Granadilla pudo hacer más daño. Sobre todo en una parábola lejana y endemoniada de Pisco que Lete, esta vez sí, acertó a despejar metiendo la manopla. 

Rebasado el cuarto de hora, la Real se encontró  a sí misma. Con personalidad para identificarse en las elaboraciones por dentro, a un máximo de dos toques por jugadora para desestabilizar a las tinerfeñas. Amaiur fue a asegurar dentro del área y no a romper y Franssi se estrelló con el larguero en dos ocasiones que anunciaron a la mejor Real. Etxezarreta remató alto un saque de esquina. El mapa era ya favorable. 

Impulsada por esta reacción prometedora, la Real logró empatar en un momento crucial: al filo del descanso. Gemma Gili, magistral,  había surtido a la delantera en las mejores jugadas y repitió en el tanto del 1-1, conectando con una Amaiur decisiva. La donostiarra penetró en el área con calidad y sirvió el tanto a Mirari. Las tablas al descanso refrendaron la evolución realista. 

Dos larguerazos a la vez

Como si fuera un calco del primer tiempo, el Granadilla apretó con uñas y dientes en la reanudación, a base de centros al área desde donde fuera menester. La Real salión indemne del arreón. Vanegas tuvo que rescatar a las txuri urdin con un despeje que impidió el remate a puerta vacía de Martín-Prieto. 

La Real, en cualquiera caso, se volvía a ver obligada a atender las vigilancias ante la propuesta local de volcarse. El pulso se tornaba peligroso. Las de Natalia Arroyo eligieron una vez más la vía más recomendable de infundir respeto. Etxezarreta y Maddi firmaron dos larguerazos en el mismo minuto. La beasaindarra cazó un cabezazo y la donostiarra, un disparo que rozó Noelia con la punta de los dedos. En La Palmera el fútbol de ida y vuelta está a la orden del día y Martín–Prieto, gran delantera, a punto estuvo de marcar en la devolución del peligro: cruzó el balón rozando el poste. 

Emma Ramírez pudo anotar dentro del área en un rechace de Allegra al que llegó mejor Noelia. El Real Madrid no pasó del empate en Valencia, resultado que dejaba a la Real segunda matemáticamente. Antes, el Granadilla pudo ganar a las txuri urdin. Martín-Prieto marcó con el alma dentro del área pequeña, Rábano salvó el balón, con la sensación de que había entrado por completo. La árbitra decidió que no. En ausencia del VAR, se declaró el ‘sigan sigan’ con el 1-1 campeando en el marcador hasta el final. Un empate que sabe a gloria. A un subcampeonato como la copa de un pino.