Una de las figuras más destacadas de la sociedad de Hong Kong, el cardenal católico Joseph Zen, de 90 años, ha quedado detenido este miércoles como sospechoso de haber violado la ley de Seguridad Nacional. El prelado, uno de los cinco custodios de un fondo establecido en 2019 para asistir a los manifestantes que participaron en las protestas que colapsaron aquel año la antigua colonia británica, fue detenido junto a otras dos supervisoras de ese dinero, la cantante Denise Ho y la antigua legisladora de la oposición demócrata Margaret Ng.
Un día antes había quedado arrestado un cuarto custodio, el profesor universitario Hui Po Keung, detenido por la policía de seguridad nacional en el aeropuerto de Hong Kong cuando se disponía a tomar un vuelo hacia Alemania. La quinta supervisora del Fondo de Ayuda Humanitaria 612, la legisladora Cyd Ho, ya se encontraba en la cárcel por su papel en las manifestaciones de 2019.
Los tres arrestados este miércoles son sospechosos de “colaborar con fuerzas extranjeras”, uno de los cuatro comportamientos que castiga la ley de Seguridad Nacional que China impuso a su territorio autónomo hace dos años y cuyos críticos denuncian que ha hecho saltar por los aires el sistema de libertades que Pekín debía garantizar en el enclave hasta 2047. Los otros tres supuestos que castiga la ley son la sedición, el terrorismo y el independentismo.
Desde la entrada en vigor de esa ley el 30 de junio de 2020, y hasta el 31 de marzo de este año, la policía de Hong Kong ha detenido a 175 personas y presentado cargos a más de 110 de ellas, según datos oficiales citados por el periódico South China Morning Post.
Las detenciones de los custodios del fondo llegan en la misma semana en que ha quedado nombrado el nuevo jefe del gobierno autónomo, John Lee, designado el domingo por un comité electoral de menos de 1.500 miembros, seleccionados por su lealtad a Pekín. Lee, policía de carrera y antiguo secretario de Seguridad, era el único candidato que se presentaba al cargo. Tras su nombramiento, aseguró que una de sus grandes prioridades será garantizar la “estabilidad” y la “seguridad” en la antigua colonia británica.
El cardenal Zen, obispo retirado de Hong Kong, siempre se ha caracterizado por su disposición a hablar en defensa de las comunidades cristianas en la China continental frente al Gobierno en Pekín. También se ha pronunciado en apoyo de las causas en favor de la democracia en Hong Kong, y ha participado con frecuencia en las marchas para reclamarla. Su detención puede complicar las delicadas relaciones entre Pekín y el Vaticano, que en 2018 suscribieron un acuerdo para el nombramiento de obispos muy criticado, precisamente, por Zen.
Únete para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete
La policía hongkonesa ya había confirmado el año pasado que examinaba el fondo 612, alimentado por donaciones y que distribuyó más de 243 millones de dólares hongkoneses (unos 30 millones de euros) a los manifestantes que afrontaban gastos legales tras ser detenidos o problemas económicos como consecuencia de los disturbios. El fondo se había desmantelado pocas semanas antes de aquel anuncio, aludiendo al “actual clima político”.
En un comunicado, el Vaticano ha expresado su preocupación por el arresto del obispo retirado. “La Santa Sede ha conocido la noticia de la detención del cardenal Zen con preocupación y sigue muy de cerca cómo evoluciona la situación”, ha señalado el portavoz Matteo Bruni. Por su parte, Benedict Rogers, director de la ONG Hong Kong Watch, indicó que “las detenciones de hoy señalan sin duda que Pekín pretende intensificar su campaña contra los derechos y libertades fundamentales en Hong Kong.
Sigue toda la información internacional en Facebook y Twitter, o en nuestra newsletter semanal.