3-0: Silva brilla y la Real ya es europea

La Real hace historia de la mano de un mago del fútbol como David Silva. El grancanario, en modo estelar, guió a la Real a la victoria  que necesitaba para certificar su concurso en competición europea por tercer año consecutivo. Queda por determinar si es en la Europa League o en la Conference.  La víctima fue un voluntarioso y valiente  Cádiz y los goleadores,  Sorloth y Januzaj  y Portu de penalti. Hacen historia la escuadra txuri urdin,  porque enlaza por segunda vez en su historia tres participaciones continentales, y Remiro, que iguala a Arconada con 20 porterías a cero en una sola temporada liguera. El Villarreal, rival del domingo, será de nuevo el enemigo a batir para sujetar un puesto en la Europa League. 

Imanol se decantó por sustituir a los sancionados Le Normand e Isak por Aritz y Januzaj, hombre por hombre, sin trastocar su habitual esquema con rombo en el centro del campo y un inconmensurable Silva en el vértice ofensivo.  Sergio González, por su parte, decidió reforzar su medular con cinco componentes y un solo elemento arriba, Lucas Pérez.  Y aún así, el genio grancanario txuri urdin encontró espacios constantemente para aparecer, recibir, girarse y distribuir el cuero a sus compañeros. 

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Le costó mucho a la Real  generar juego y superar la presión adelantada del Cádiz, que también le robó la pelota  en los primeros compases. Dos pérdidas en la iniciación de Rico y Rafinha desembocaron en acercamientos visitantes. Pero el partido tenía un dueño, un nombre: David Josué Jiménez Silva. La Real se fue asentando, bien sujeta por un deslumbrante Zubimendi, y a partir de ahí el que tomó el timón fue el de Arguineguín, que capitalizó el cuero y las ocasiones locales, que fueron muchas tras el gol de Sorloth. 

Martillazo de Sorloth

Y es que la Real  halló el tanto antes que sus constantes vitales de juego. Fue la primera vez que pudo construir en vertical y participaron todos los talentos actuales del equipo. Zubimendi se apoyó en Merino, éste prolongó a Januzaj, que amortiguó hacia Silva. El grancanario le puso la música abriendo el esférico hacia un Sorloth, que realizó un gran control orientado antes de ajusticiar con la zurda por debajo de las piernas de Ledesma. 

El tanto del noruego dio paso a un auténtico vendaval de juego ofensivo local, sin premio por una falta de pólvora acuciante desde el inicio de curso. Merino y Zubimendi acariciaron el segundo con sendos cabezazos claros en el corazón del área. Silva chutó a milímetros de la escuadra tras una sensacional jugada de un profundo Gorosabel, que antes había chutado al cuerpo de Espino con todo a favor para anotar.

Gol anulado por el VAR

La Real volvió a dejar vivo a su oponente y el Cádiz se creció. El corazón de los asistentes a Anoeta se encogió durante los dos minutos en los que el VAR estuvo dilucidando si Tomás Alarcón había arrancado en fuera de juego o no en una jugada culminada con un golazo de Idrissi, validado por el árbitro y su asistente A la primera, el Cádiz había apuñalado, pero el tanto se anuló por milímetros. En la jugada siguiente, el balón servido por Espino se paseó por delante de la portería sin hallar rematador.  El descanso fue un alivio para los guipuzcoanos. 

Reinicio con  gol

El segundo tiempo comenzó como el primero, con un Cádiz valiente y presionante. Remiro marró en un pase fácil y Álex cruzó en exceso el disparo desde la frontal. El partido anunciaba sufrimiento para la parroquia local, pero ya estaba Silva para conjurarlo. El ’21’ realista entró como un cohete en el área, en cuya frontera fue derribado claramente por Alarcón. Chutó y anotó Januzaj con una calma pasmosa entre gritos de: “¡Janu, quédate!”. 

Bautismo de Portu

No le quedó otra al Cádiz que volcarse al ataque y Sergio fue a tumba abierta con un triple cambio que enseguida tuvo su incidencia en el juego. Salieron Alejo, Alcaraz y Lozano, que puso a prueba a Remiro tras una pifia en el despeje de  Zubimendi. Poco después, Espino enfocó hacia el ángulo y casi la coló.  La entrada de Negredo, que firmó una gran dejada de cabeza a Álex, también dio poderío aéreo al Cádiz. Sin embargo, el que marcó, por primera vez en todo el curso,  fue Portu, de un penalti que él mismo forzó. Colofón inmejorable a una tarde de euforia con sabor continental.