Tatum contrarresta a Anteto y fuerza el séptimo partido en Boston

Los Boston Celtics necesitaban ganar y, a pesar del bullicio de la grada oponente y el genio de Giannis Antetokounmpo, doblegaron a los Milwaukee Bucks por 95-108 para forzar el séptimo y definitivo partido de la eliminatoria este domingo (21:30 horas en España). Jayson Tatum, con un encuentro de fiesta mayor y fuegos de artificio, se encargó de despachar el sólido triunfo con 46 puntos, 9 rebotes, 4 asistencias y un tapón. La joven estrella visitante siempre encontró una respuesta al impetuoso y valeroso astro local, un Anteto que se midió con él de tú a tú y terminó con 44 puntos, 20 rebotes, 6 asistencias y 2 tapones.

El monstruoso encuentro del griego no tuvo recompensa para unos Bucks demasiado dependientes de su producción. El resto de compañeros apenas acumuló 48 puntos, 29 rebotes y 9 asistencias, números cercanos a su producción individual. Resultó más evidente anoche que en otros partidos la ausencia de Khris Middleton, el segundo de a bordo de los vigentes campeones. Jrue Holiday, con 17 tantos y 4 asistencias, fue el único que aportó algo y el siguiente fue un voluntarioso pero insuficiente Pat Connaughton (14).

El triunfo de Boston sí estuvo marcado por la colaboración de todo el equipo, especialmente Jaylen Brown (22 tantos) y Marcus Smart (21 puntos, 5 rebotes y 7 asistencias). Funcionó especialmente bien para Ime Udoka la alineación de sus tres referentes junto a Al Horford y Derrick White, moderados pero efectivos tanto en ataque como en defensa. Tras un primer cuarto igualado, los Celtics se escaparon al descanso con un cómodo 43-53 en el marcador. Pronto en el tercero confirmaron su aspiración a llevarse la machada lejos de casa para forzar el séptimo, llegando a gozar de una máxima ventaja de 17 puntos en el partido y llegando al cuarto con un holgado 70-83 (+13).

A pesar de que Anteto hizo la goma para los Bucks, los locales no volvieron a liderar el encuentro y lo más cerca que estuvieron fue el 81-85 a falta de 8:30 minutos. Cada jugada de mérito del griego, y fueron unas cuantas, encontró respuesta en su alter ego estadounidense. Tatum dio un verdadero recital de canastas de todo tipo, pero con un denominador común: la grandeza. Un parcial colsectivo de 0-8 terminó de decantar la balanza y puso el +13 de nuevo a falta de cuatro minutos. Milwaukee tiró la toalla tras un dos más uno de Tatum, indomable e inspirado ante la bulliciosa y rabiosa afición de los campeones.

La estrella de Boston quiso asegurarse con un 7 de 15 en triples y un 17 de 32 en tiros de campo, una carga muy elevada, de que los Bucks no armaban otra remontada como la de 14 puntos que les situó contra la espada y la pared en el quinto partido en casa. Después del 0-8 mencionado metió los siguientes 11 puntos de Boston por si las moscas y terminó el partido reivindicando su amor por la camiseta. “Me dolió mucho perder el anterior de esa manera”, declaró el jugador. “Creemos en nosotros mismos y hoy lo hemos demostrado”.

Los dos equipos llevan tres partidos consecutivos intercambiándose golpes morales a domicilio, un hecho que demuestra la talla mental y táctica de la eliminatoria. Tras el séptimo les esperará a uno de los dos el reto de los Miami Heat, claramente superiores al resto de la competencia hasta ahora.

El encuentro empezó con malas noticias para Boston, y es que Robert Williams no pudo jugar por tercer choque consecutivo tras el golpe a la rodilla que se llevó de Anteto en el tercer partido de la serie. Middleton, por su parte, lleva nueve encuentros de baja tras sufrir un esguince en el ligamento colateral de su rodilla izquierda.

Serge Ibaka, prácticamente inédito en la eliminatoria, tampoco salió ni en el par de minutos de la basura que sobraron al final del partido. Si lo hizo Luca Vildoza, que no tuvo tiempo de impactar el juego en un minuto sobre la pista. Antes del encuentro, en Milwaukee se guardó un minuto de silencio en honor a Bob Lanier, exjugador de la franquicia y leyenda de la NBA que falleció a los 73 años el martes.