Kevin Trapp vivió la cruz de su carrera en el Camp Nou, la noche del 6-1 con que el Barcelona le remontó un 4-0 al PSG en la vuelta de octavos de Champions, allá por marzo de 2017, y la cara este miércoles en la final de la Europa League. La gloria europea que no alcanzó en su etapa en el PSG le llegó con el Eintracht Frankfurt. Una parada sensacional en la prórroga y el penalti parado a Aaron Ramsey coronaron a Trapp como héroe.
Hasta después de proclamarse campeón de la Europa League le preguntaron a Trapp por el 6-1. “Hace cinco años que no pienso en aquel partido”, manifestó el portero del conjunto de Frankfurt en el Sánchez Pizjuán. Cuántas veces no ha explicado Trapp que “nunca he entendido lo que pasó aquella noche”.
Trapp debutó como profesional en el Kaiserslautern, ante el que el propio Barcelona logró otro de los mayores ‘milagros’ de su historia con el mítico gol de José Mari Bakero que salvó al equipo azulgrana y le permitió seguir vivo camino de su primera Copa de Europa, en Wembley 1992 (se cumplen este viernes 30 años del día que cambió la historia del barcelonismo).
Desde el Kaiserlautern Trapp dio el salto al Eintracht (en su primera etapa en dicho equipo) y de allí al PSG, donde le tocó luchar duramente por la titularidad con Salvatore Sirigu y Alphonse Areola. Ganó dos Ligues 1, dos Copas de Francia, dos Copas de la Liga, cinco Supercopas galas. Pero ningún título europeo. El MVP de la final de la Europa League alternó momentos mejores y peores duirante su etapa en el Parque de los Príncipes y finalmente volvió al Eintracht, primero como cedido y después traspasado.
Y en Frankfurt, en esta segunda etapa, ha encontrado Trapp, pareja de la modelo brasileña Izabel Goulart, su lugar al sol. Vestido con la camiseta del Eintracht de Frankfurt volvera a jugar la Champions. Será la primera vez para el Eintracht.