El FC Barcelona celebra internamente que los cerca de 2.000 aficionados repartidos en 40 autobuses que salieron ayer de Catalunya hayan podido llegar a Turín para presenciar hoy la final de la Champions League femenina contra el Olympique Lyon. La organización de la caravana llevó a que fueran de dos en dos para cubrir posibles incidencias pero apenas las hubo.
Solo uno se quedó sin aire acondicionado al entrar a Italia pero sus ocupantes se trasladaron al bus escoba que iba vacío y pudieron seguir su camino refugiados del calor. Todos llevaban además puertos USB y enchufes para cargar los teléfonos móviles.
En los accesos a Turín sí hubo un poco de tráfico al coincidir la llegada de los autocares desde Lyon, muchos menos en comparación con los procedentes de Barcelona. La policía turinesa iba dejándoles pasar por bloques y eso propició un cierto retraso pero sin más. El último autocar que salió de Catalunya llegó a las 12.25 h.
Durante el masivo desplazamiento de los autobuses culés solo fue necesaria la intervención de dos ambulancias para atender a dos niños que se habían mareado. No pasó a mayores y hoy podrán disfrutar de una jornada histórica.
Cuatro aviones hoy mismo
Además de los vuelos llegados en los últimos días y otros con escala, de Barcelona han salido hoy tres aviones fletados por el club para seguidores más uno corporativo en el que viajaba el presidente Joan Laporta al frente de la expedición junto a personalidades de la esfera política y deportiva como Pere Aragonès, President de la Generalitat de Catalunya, y la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, entre otros.