El Milán se ha proclamado campeón de la Serie A once años después tras golear a domicilio al Sassuolo en la última jornada (0-3). Al equipo de Stefano Pioli le bastaba un empate para quedar por encima del Inter pero se mostró intratable en un primer tiempo fulgurante para sellar su Scudetto número 19. Tras once años de sequía, el conjunto milanista recupera el cetro nacional en Italia y sucede en el palmarés al Inter, que la temporada pasada puso fin a la hegemonía de una Juventus que encadenó nueve Scudettos consecutivos.
Tras años de sinsabores y perdida su hegemonía en Europa, el Milan vuelve a reverdecer viejos laureles gracias a la propuesta joven y gremial liderada por Pioli, un entrenador que ha interpretado a la perfección el momento que atravesaba una institución histórica venida a menos para darle el impulso que llevaba esperando años. Desde Maignan a Giroud, pasando por los imprescindibles Theo, Tomori o Leao, los jugadores han ejecutado el plan del técnico en una Seria A decidida sobre la bocina.
El partido en Sassuolo empezó a pedir de boca para los de Pioli, que arrancaron a todo tren para encarrilar cuanto antes el triunfo y dispusieron de tres ocasiones muy claras antes de que Giroud abriera el marcador con un disparo con la zurda en el minuto 17. Batido Consigli, que evitó el 0-1 con varias intervenciones de mérito, el partido hizo bajada para el Milán, impulsado por empuje de Theo, Kessié y un Leao desatado, autor de las tres asistencias del primer tiempo.
Pasada la media hora, un error en cadena de la debilucha zaga del Sassuolo permitió a Leao recuperar el balón para cedérselo rápidamente a Giroud, con la caña lista para hacer el 0-2. Kessié, entrando desde la segunda línea, anotó el 0-3 para desatar la locura en un Mapei Stadium tomado por la afición milanista. El Milan solo necesitó 45 minutos para convertir la presión de ser campeón en la última jornada en una fiesta.
La segunda parte no tuvo más historia que la del Milan dejando pasar los minutos a la espera del alirón. La entrada de Ibrahimovic espoleó al Milan y a su hinchada, entregada a la celebración del ansiado Scudetto. Por entonces el Inter goleaba a la Sampdoria en San Siro pero ya se sabía subcampeón y los tifosi rossoneri y el banquillo visitante celebraban por todo lo alto. El Milan de Pioli, justo ganador de la Serie A.