1. El estado del asfalto.
Las previsiones prevén lluvia hasta las 9 de la mañana de mañana, por lo que a la hora de carrera el suelo debería estar seco. Esperemos que sí, porque sino volveremos a ver el teatrillo de la Q2, donde se dio un resultado que nada se parece con la realidad de la categoría.
2. El reordenamiento de la carrera.
Es más que previsible que los tres pilotos de la primera fila no serán los protagonistas de la carrera, por lo que en la primera parte de la misma deberá haber un “reordenamiento natural”, lo que generará muchos adelantamientos y consecuentemente situaciones de riesgo.
3. El muro Ducati.
Cinco Ducati en las cinco primeras posiciones. Fabio Quartararo, Aleix Espargaro, que salen justo por detrás, tendrán trabajo para abrirse paso, a menos que aprovechen la salida para superar a alguna de ellas.
4. Quartararo “esposado”.
Fue el ganador de esta carrera el año pasado y ha llegado a Italia como líder del campeonato, pero mañana el piloto francés está atado de pies y manos por culpa de una moto que pierde hasta 10 km/h en la larga recta de Mugello.
5. La condición física.
Los continuos cambios de dirección con gas que caracterizan el trazado de Mugello hace que, además de ser el más técnico del Mundial, sea de los más exigentes físicamente. En años anteriores hemos visto a pilotos terminar la carrera absolutamente exhaustos, especialmente entre los novatos.