Transcurridos ya quince días desde que certificó el descenso a Segunda División, el Levante sigue a la espera de definir el inquilino del banquillo la próxima temporada y todavía no ha logrado atar las renovaciones del capitán José Luis Morales y del centrocampista Pepelu García.
Lisci, entre los candidatos
A principios de esta semana, el director deportivo del Levante, Felipe Miñambres, se reunió con Alessio Lisci para comunicarle que era uno de los candidatos para dirigir al equipo valenciano la próxima campaña y le ofreció un puesto en el club independientemente de si finalmente era el elegido.
Sin embargo, y tal y como reconoció públicamente el pasado martes el propio Felipe, se ha reunido en los últimos días con otros entrenadores y tenía previsto seguir haciéndolo hasta encontrar el técnico ideal para devolver al equipo a Primera División.
Además, el Levante no ha podido cerrar las renovaciones de Morales y Pepelu, pese a que el director deportivo explicó que esperaba una respuesta de ambos para esta semana.
Aunque son casos distintos, los agentes de los dos futbolistas del Levante han mantenido varias reuniones con el club, pero todavía no han llegado a un acuerdo y han pedido más tiempo para tomar una decisión definitiva sobre su futuro.
Siete jugadores acaban contrato
Tampoco se han producido en estos primeros quince días desde que bajó a Segunda División movimientos en el capítulo de salidas, más allá de que Clerc, Duarte, Miramón, Cáceres, Radoja, Vukcevic y Coke acaban el 30 de junio y Felipe solo contempla negociar con Duarte y Miramón, aunque más adelante.
El Levante, tal y como reconoció Miñambres ante los medios de comunicación, está centrado ahora en vender jugadores por un valor de 10,5 millones de euros antes del próximo 30 de junio para cuadrar el ejercicio 21-22 después de haber dado pérdidas en el curso anterior.