El Barça intentará este viernes (21 horas) en Badalona sentenciar a la primera las semifinales de la Liga Endesa (2-1) ante un Joventut que llega al límite pero que no dará su brazo a torcer para forzar el quinto partido, que se disputaría el domingo en Barcelona (18.30 horas).
Los azulgranas tienen ahora la sartén por el mango tras su triunfo en el tercer partido (77-83) en el Olímpic ante 10.300 aficionados, que empujaron a una Penya que poco pudo hacer frente a la intensidad defensiva y la agresividad mostrada por su rival durante 40 minutos.
Con una rotación más corta que la de su rival, el Joventut deberá recomponerse físicamente y Carles Duran buscar alternativas para que el Barça no lleve de nuevo la batuta del partido.
Los pesos pesados del conjunto azulgrana dieron un paso al frente, con Nikola Mirotic a la cabeza (18 puntos, 7 rebotes y 27 de valoración), bien secundado por el recuperado Cory Higgins (13 puntos) y Nick Calathes (5 puntos y 6 asistencias), autor del triple decisivo a 39 segundos del final.
Además, Barça añadió elementos a su causa, como Kyle Kuric, que despertó desde la línea de tres puntos con dos canastas de tres intentos en quince minutos.
A la Penya, sin embargo, le fallaron dos de los tres jugadores claves en el triunfo en el segundo partido. Andrés Feliz, con un esguince en su tobillo izquierdo, firmó 0 de 8 en tiros de campo, mientras que Nigel Hayes-Davis y Nikola Mirotic anularon a Joel Parra (4 puntos, todos ellos desde la línea de tiro libre en 28 minutos).
Carles Duran no hizo jugar a Brandon Paul ni a Vladimir Brodziansky, recién salido de su lesión en el tobillo derecho, y por ahí, sobre todo en el caso del estadounidense, podría llegar algún cambio estratégico en el juego verdinegro.
A diferencia del segundo partido, el Barça impidió al Joventut correr con frecuencia y anotar puntos fáciles al contraataque, gracias al menor número de pérdidas, al control del rebote (30 a 34) y al uso de faltas tácticas, celebrado desde la sala de prensa por Jasikevicius.
“Siempre nos va mucho mejor cuando nos cargamos de faltas, cuando nos sacrificamos. Es cuestión de mentalidad. Hay que hacer faltas, saber sufrir, pero también ser inteligentes para parar los contraataques sin hacer antideportivas. Son detalles que te quitan 8 o 10 puntos, que en nuestra profesión es una vida”, aseguró el técnico lituano.