Parecía que era imposible hacerlo peor que en Mónaco. Después de lo ocurrido en el Principado, solo podía ir a mejor para Ferrari. Pero ocurrió lo contrario. Ferrari aspiraba de nuevo a ganar en una competida batalla ante Red Bull. Pese a ser territorio perfecto para la velocidad punta de los de Milton Keynes, los coches rojos habían demostrado que podían plantar cara a Verstappen y Pérez. Leclerc se hizo con la pole y Sainz, desde la cuarta plaza, también tenía opciones en un Bakú en el que puede pasar de todo y en el que no se puede dar nunca nada por sentado. Pero el domingo de Ferrari fue un nuevo fracaso. Un desastre. Horrible. Sus dos coches abandonaron y dejaban vía libre a los dos Red Bull para sumar un doblete. Esta vez, por dos fallos de fiabilidad que dejaron helados a los italianos.
Sainz, fuera en la vuelta 9
Carlos Sainz pasó de estar peleando por la pole el sábado y rozar la gloria, a salir desde la cuarta posición este domingo y finalmente tener que abandonar en la vuelta 9, cuando estaba vivo en la lucha por todo. El español vio como su Ferrari le dejaba tirado al inicio de la batalla por un problema hidráulico, según confirmó el equipo.
El madrileño llegó a la curva 3 y sintió un ruido extraño. El coche no frenó como debía y Carlos tuvo que aparcar su monoplaza en la escapatoria que había justo al exterior de ese viraje.
Carlos sumó así su tercer abandono en 8 carreras. Carlos llegaba a Bakú en la quinta plaza del Mundial, con 83 puntos, a 42 del liderato. Un nuevo cero supone un auténtico jarro de agua fría para Sainz, que venía de ser segundo en Mónaco con una gran carrera. Este abandono le aleja mucho más de la cabeza.
Leclerc, fallo de motor
También en la vuelta 9, Ferrari completaba una vuelta maldita con un error en la parada de Charles Leclerc, en la que el monegasco perdía muchos segundos. Sin embargo, Leclerc, con una estrategia totalmente diferente a los dos Red Bull con la que parecía ir a dos paradas, estaba en la pelea. Cualquier ‘Safety’ le podía dejar la carrera en las manos. Los dos Red Bull entraron a boxes poco después y Charles se encontraba liderando, con necesidad de tirar para abrirse un buen hueco para hacer otra parada. Pero fue ahí cuando en la vuelta 21 el Ferrari número 16 dijo basta.
Leclerc sumó su segundo abandono de las últimas tres carreras, de nuevo por lo que parece ser un fallo de motor. En Barcelona ya le pasó, con el triunfo prácticamente en sus manos, abandonando mientras lideraba. Esta vez, su coche volvió a fallar. Podía ser un día lleno de rojo, pero terminó siendo una jornada negra para los transalpinos.