Maty Ryan es un hombre feliz pese a haber vivido uno de los episodios más insólitos de los últimos tiempos en el fútbol. El portero de la Real jugará el Mundial de Catar tras derrotar su selección, Australia, a Perú en la tanda de penaltis del partido definitivo, disputado en Doha, que acabó 0-0. Pero el cancerbero realista, capitán y líder emblemático de los ‘socceroos’ no pudo ser el héroe porque su seleccionador, Graham Arnold, le sustituyó en el minuto 119, el último de la segunda parte de la prórroga, para dar entrada a Andrew Redmayne, especialista en los disparos de los 11 metros. Del sustituto del realista se hablará durante los próximos días en toda Australia, gran parte de Oceanía y en distintos lugares del mundo y no tanto por parar el penalti definitivo, el sexto, al peruano Álex Varela, sino por los extraños y estrafalarios bailes que protagonizó antes de cada lanzamiento de los sudamericanos. Incluso llegó a dar unas vueltas sobre sí mismo para intentar sacar de punto a sus oponentes en el punto fatídico.
Ryan fue uno de los primeros en felicitar a su colega Redmayne, pese a que seguro que le hubiese gustado ser él el elegido para la tanda de penaltis. El portero de la Real ve así materializada la obsesión que manejaba en los últimos meses, la de poder disputar del Mundial y queda por ver cómo repercute esto en la planificación deportiva de la entidad txuri urdin, porque el ‘aussie’ priorizará jugar por encima de todo antes de la cita planetaria y sabe que en Anoeta las puertas están muy cerradas con Álex Remiro. Imanol y Olabe, que no quiere buscar otro guardameta, cuentan con él.
Apenas tuvo que intervenir
Maty Ryan tuvo que trabajar más en el sorteo de campos que durante los 90 minutos de tiempo reglamentario. Perú no le obligó a más intervención que atajar un balón aéreo en el que se confió y atinó, porque al final acabó entre sus brazos. Por lo demás, algún golpeo en largo y acciones en las que hubo de salir casi al borde de su área para embolsar balones aéreos.
En la prórroga, su situación no varió demasiado. Atacó mucho más Perú, pero los remates de cabeza de Flores y con el pie de Cueva se fueron al poste y fuera por poco.