El español Aleix Espargaró (Aprilia RS-GP), que reconoció tener muy buen ritmo, no está satisfecho con su resultado en los entrenamientos libres del Gran Premio de Alemania de MotoGP, pero señalo que “no estar contento con el cuarto puesto quiere decir que el cuarto puesto es bueno”.
“Estoy enfadado porque he hecho tres vueltas en 20.2, que es un tiempo rapidísimo, y eso significa que algo he hecho mal, porque tenía que haber hecho alguna vuelta en 19.8 y eso me ha mosqueado un poco, pues he sido lento en el primer parcial, que es en donde tengo que mejorar, pero en el tercero y el cuarto era rápido y con el neumático de carrera he sido muy, muy rápido y el ritmo ha sido muy bueno”, destacó.
“Más de lo que me esperaba y me deja contento, aunque no me gusta el cuarto puesto, ya que no estar contento con el cuarto quiere decir que el cuarto es bueno”, recalcó.
Aleix bromeó con las preguntas sobre lo que parece el tema único, su error en la carrera de Barcelona cuando celebró un segundo puesto una vuelta antes de lo debido: “Qué ganas tengo de ganar el domingo para que me dejéis de dar la turra con la pifia. Ahora, yo me podría quedar sin gasolina si fuera muy burro. La moto te va calculando y tú puedes jugar con los mapas. Ella va recalculando cada dos vueltas. Se enciende una luz y te dice: ‘No llegas a final de carrera’. Este año, el motor es mega eficiente y creo que no he salido con el depósito lleno en ninguna carrera, es muy ‘heavy’, pero los otros años, ella te dice: ‘Vete al mapa 2 porque no llegas’. Te vas al mapa 2 y empiezas a cortar un poquito y a no subir de vueltas y al cabo de dos vueltas, se apaga la luz y puedes volver a ir al 1. Pero si no cambiases y siguieses a tope, no llegas”.
Y dice que tampoco va a repetir la estrategia conservadora que en Barcelona le condenó a ver como se escapaba Quartararo: “Igual destrozo los neumáticos, pero no volverá a pasar que uno se me vaya al principio”.
En cuanto al nuevo carenado: “Me dio más estabilidad. La ventaja no es grande, pero puedo apretar más. Lo mantendré todo el fin de semana. En circuitos más rápidos, nos dará más. La moto es un poco peor en los cambios de dirección, pero muy poco. Mantienen más las ruedas en contacto con el suelo y eso siempre es bueno”.
También le preguntaron por la desconexión con la familia que le ayudó a pasar página a Montmeló: “En realidad, paso un montón de tiempo con ellos. Fue más una cosa mía que me fue muy bien, desconecté muchísimo. Necesitaba salir de la rutina, pero es que mi rutina me flipa. Siempre he dicho que mi vida no es muy divertida. No hago nada: no salgo con amigos, no voy de fiesta… sólo voy en bici y paso las tardes en casa con mis hijos, pero me encanta esta rutina. Pero después de Barcelona, tenía la sensación de que necesitaba hacer algo distinto”.