Míchel Sánchez se ha ganado para siempre un lugar en la historia del Girona al ser el segundo entrenador que logra llevar al equipo catalán a Primera División después de Pablo Machín, que lo hizo en 2017, pero también en la memoria del fútbol español en general, puesto que el técnico madrileño ha conseguido su tercer ascenso a la máxima competición en sus tres únicos años en Segunda División, por lo que tiene un éxito del cien por cien en llevar a sus equipos a la gloria.
Nadie le ha regalado nada
Nadie le ha regalado absolutamente nada a Míchel Sánchez en su etapa como entrenador, pero el técnico madrileño (46 años), que creció en Vallecas como jugador y también en los banquillos, ya se ha ganado el respeto y la admiración del mundo del fútbol en España al conseguir su tercer ascenso a Primera División en las seis temporadas que lleva dirigiendo equipos. Hasta ahora, Míchel Sánchez había conseguido el reto de llevar a la élite a Rayo Vallecano y Huesca, dos equipos que fueron campeones en las temporadas 2017/2018 y la 2019/2020 en LaLiga SmartBank.
EL PROYECTO
Una apuesta a largo plazo
En el Girona lo tienen claro. Míchel es la pieza angular del proyecto y el encargado de tratar de conseguir que el Girona se pueda estabilizar en Primera División. Hace algún mes, antes de conocerse si el equipo catalán subiría o no, el entrenador ya dio el ‘sí quiero’ hasta junio de 2024 a Quique Cárcel para renovar con los rojiblancos, que es quien apostó por él y con quien mantiene una espectacular relación dentro y fuera del verde.
Ahora, el técnico tiene ante sí un nuevo reto, el de culminar una buena temporada completa en Primera División, algo que todavía no ha conseguido puesto que le echaron tanto del Huesca como del Rayo Vallecano tras haber logrado el ascenso en la temporada anterior y de no haber empezado con buen pie.
En Girona, Míchel se ha ganado el respeto a pulso. Ninguna duda. Y no sólo con la afición y la plantilla, también con la propiedad, que tiene a Marcelo Claure y Pere Guardiola, entre otros, completamente enamorados del fútbol que práctica Míchel y también de su forma de ser tanto dentro como fuera del campo.
Encaja con la filosofía del City
Este buen ‘feeling’ con el Manchester City le puede favorecer al Girona, que podría ver como el conjunto inglés le cede futbolistas de más categoría después de haber demostrado que, además de ser un técnico ganador, también es un excelente formador de futbolistas jóvenes