“Echo de menos a Kobe Bryant. Él entendería y explicaría todo eso que no se me permite decir. Honestamente, fue el mejor Laker de todos los tiempos. Entendía al equipo por encima del individuo“, escribía Jeanie Buss, dueña de Los Angeles Lakers, en un tuit críptico que muchos analizaron como un dardo hacia LeBron James, el actual referente de la franquicia. En medio de los rumores sobre las negociaciones por un trueque entre Russell Westbrook y Kyrie Irving, la propietaria del equipo añadió más incógnitas y drama alrededor del equipo de Hollywood.
“Quiero decir que las recompensas llegarían si valoraras los objetivos del equipo por encima de los tuyos, entonces todo encajaría. Que responda quien quiera”, añadió a su tuit.
Más allá de los intentos desesperados para reforzar al equipo este verano, los Lakers tienen marcada otra fecha en el horizonte. Al final de la próxima campaña, LeBron podría convertirse en agente libre si decide no extender su compromiso con la franquicia. En junio, Bleacher Report ya informó que en L.A. “no esperaban tener claridad de James antes del draft y la agencia libre”, un hecho que reducía la información y posibilidades del equipo en este período.
En la ESPN, hace menos de una semana, Brian Windhorst apuntaba el papel pasivo de LeBron durante este próximo mes y medio: “Él va a ser un espectador durante las próximas seis semanas para ver qué pueden llegar a conseguir los Lakers, algo que no es necesariamente un voto de desconfianza hacia la franquicia”.
Por ahora, los Lakers han logrado poca cosa en esta primera semana de agencia libre, firmando a Juan Toscano-Anderson como cabeza de cartel de su mercado, claramente empobrecido ante la falta de espacio salarial y atractivo deportivo tras su última y nefasta campaña en la NBA.