Al final, el villano fue el “9” que regresó para ir en búsqueda de esa Libertadores que lo obsesiona y que desde hace 15 años se le niega. Chau a la Copa le dijo Boca en la mismísima Bombonera. Es un golpazo que se explica partiendo desde Darío Benedetto. El Pipa tuvo una noche negra. Por algo explotó en llanto. El vicepresidente Juan Román Riquelme, con el termo bajo el brazo, en su palco miró el desenlace asombrado…
Una de las principales cualidades de Benedetto es la pegada exacta. Sin embargo, falló dos penales, uno en los 90 minutos, estampando su derechazo contra un palo. El otro, el quinto de la serie definitoria. Era el último de todos. Si acertaba, Boca se clasificaba, pero el centrodelantero le pegó tan abajo a la redonda que la envió a la segunda bandeja, al corazón de La Doce, de la barrabrava.
También Benedetto había contado con otras dos posibilidades nítidas durante el partido. Primero, en soledad, había pateado afuera un perfecto centro del juvenil Exequiel Zeballos. Ya en el segundo tiempo, había rematado muy desviado un mano a mano cómodo. Dos resoluciones impropias del Pipa.
Aunque protagonizó todo el tiempo, a Boca le faltó claridad y sorpresa en la búsqueda. Se repitió insistiendo con Sebastián Villa. No verticalizó el armador Oscar Romero. Tal vez el técnico Sebastián Battaglia, quien apenas hizo un cambio, podría haber buscado mayor vivacidad con algunas modificaciones más.
De todos modos, merecía la clasificación en el tiempo regular. Corinthians, debilitado por media docena de ausencias, eligió refugiarse y tratar de sostener el 0-0, el mismo resultado de la ida, pensando en los penales. Aunque en ciertos lapsos parecieron rodeados, los brasileños lograron el objetivo. Llegaron a esa instancia que altera corazones.
Ahí Boca igual creía en Agustín Rossi, especialista en la materia, que había atajado un penal en la ida en San Pablo. Y el arquero estuvo a la altura de las circunstancias: tapó dos disparos y estuvo muy cerca de desviar otros dos. Pero fallaron el colombiano Villa y Juan Ramírez. Y en medio de esos remates volvió a equivocarse él, ese “9” diferente que Boca había recuperado soñando con que sea una de sus banderas en la aventura copera.
El sueño de Libertadores de Boca se acabó demasiado rápido, en octavos de final. La impotencia se confundía con la incredulidad en ese estadio tan especial. Festejaba Corinthians, que casi no había pateado al arco en los 90 minutos.
Hoy se sabrá qué ocurre con el otro gigante argentino, con River, que en el Monumental despedirá a Julián Álvarez y que tratará de revertir el 0-1 sufrido contra Vélez en Liniers. Esa será otra historia. Ahora, ya, siguen haciendo mucho ruido la eliminación de Boca y su villano, Darío Benedetto, ese “9” que volvió para sacarse la espina de Madrid, ese goleador que vivió una pesadilla y justo olvidó el gol la noche que más lo necesitaba.
FICHA TÉCNICA
0 – (5) Boca Juniors: Agustín Rossi, Luis Advíncula, Carlos Izquierdoz, Marcos Rojo, Frank Fabra; Pol Fernández, Alan Varela, Óscar Romero; Exequiel Zeballos (m.79, Juan Ramírez), Darío Benedetto y Sebastián Villa
Entrenador: Sebastián Battaglia
0 – (6) Corinthians: Cássio Ramos; Rafael Ramos (m.73, Bruno Méndez), João Victor (m.48, Carlos Gilberto), Raúl Gustavo, Fábio Santos; Du Queiroz (m.73,Roni Medeiros de Moura), Cantillo, Giuliano Victor de Paula (m.73, Bruno Ferreira); Gustavo Mantuan (m.50, Giovane), Lucas Piton y Róger Guedes
Entrenador: Vítor Pereira
Penaltis: anotaron por Boca Rojo, Izquierdoz, Fernández, Romero, Varela; y por el Corinthians anotaron Cantillo, Romeu, Guedes, Roni , Piton y Gilberto
Árbitro: el uruguayo Andrés Matonte amonestó a Gustavo, Varela y Gilberto
Incidencias: partido de vuelta de los octavos de final de la Copa Conmebol Libertadores jugado en el estadio Alberto J. Armando (La Bombonera) de Buenos Aires