Joaquín Sánchez ha comenzado este jueves en la localidad de Schaldming, en la falda de los Alpes austriacos, su vigesimotercera pretemporada como futbolista profesional, la decimocuarta en el Real Betis, aunque en la primera, en el año 2000, solo pudo entrenar unos días con el primer equipo y no fue al stage de Mondariz a las órdenes de Fernando Vázquez porque no había habitación para él en el hotel.
“Quién me lo iba a decir. La verdad es que cuando uno empieza en esto, no se imagina que va a estar hasta los 41 años. Estoy a 22 partidos de coger a Zubizarreta. Tú sabes que yo no juego con los números, juego por estar feliz, porque cuando lo deje… Ahora, si luego lo consigo, pues es un premio importante. Pero lo realmente importante para mí es poder seguir disfrutando”, dice Joaquín, que recuerda cómo la campaña pasada solo fue dos veces titular en LaLiga, pero acabó jugando 36 partidos en todas las competiciones.
“Sí, jugué más de titular en Europa League que en LaLiga, y luego participé más, que es donde intentaba coger protagonismo. Son casi 30 partidos (en realidad fueron 36, 21 de Liga, 10 de Europa League y 5 de Copa) que son números importantes para mi edad”, ha dicho el capitán bético durante una entrevista con RTV Betis en tierras austriacas.
Joaquín recuerda cómo pensó en la retirada mediada la pasada campaña, tras jugar muy poco en la primera parte de la misma: “En la primera vuelta, donde tengo menos participación sobre todo en Liga, me rondaba en la cabeza que iba a ser mi último año. No lo tenía cien por cien decidido, pero sí que podía ser mi última temporada. La primera vuelta se me pasaron muchas veces por la cabeza y anunciarlo. Pero aguanté el tirón y en la segunda vuelta me sentí más importante y mira cómo terminamos. Siendo revulsivo, que nunca me ha gustado esa palabra. El míster contaba más conmigo y me encontraba feliz, y decidí tirar hacia delante”, rememora el portuense.
Joaquín explica que ha hablado mucho con Manuel Pellegrini y también deja medio claro que la próxima va a ser su última campaña, aunque nunca se sabe: “He tenido varias charlas con él (Pellegrini), porque yo no me sentía a gusto, porque yo le decía que creía que estaba para algo más, sobre todo en liga, y él me daba sus argumentos y yo los míos. Pero siempre con diálogo y charla: él sabe cómo soy yo y yo cómo es él. Al final, con el esfuerzo he tenido mi recompensa. En mi cabeza está que este año sea el último, creo que ya está bien. Pero yo no digo nada. Es verdad que después, cuando hablo con mucha gente, y comparto opiniones con exfutbolistas, me dicen, «¿Pero Joaquín tú estás bien. ¿Te duele algo?» Tira, tira, porque el día que lo dejes… Otro día es que te levantes con dolores, desganado, esa es la señal que hay que decir se acabó. Pero ellos me dicen que se me ve feliz y el mister sigue tirando de mí”, relata el jugador bético.
Durante sus vacaciones, Joaquín coincidió con Haaland en un chiringuito de Marbella, unas imágenes que se hicieron virales y en las que el capitán bético comentaba entre risas que el goleador noruego, fichado por el City de Guardiola por una millonada, no tenía sitio en el Betis. “Dice Haaland que se quiere venir al Betis y le he dicho que ya no tiene sitio, que ya para el año que viene”, comentó Joaquín, que ahora ha explicado cómo se fraguó ese encuentro. “La gente me dice que si quedé a tomar café. No lo conozco de nada, tenemos un amigo en común y se acercó. Hicimos un vídeo, una foto… les dije, grábame que la vamos a liar”. Y vaya si se lió…