Un padre hispano continúa luchando por su vida luego de que un tren Amtrak chocara contra el tractor en el que se encontraba a bordo mientras trabajaba en Oakland, California.
El 15 de julio, Salvador Manzo Ruiz estaba limpiando los escombros de un campamento de indigentes cuando ocurrió el accidente.
Carla Álvarez, esposa de Salvador, nunca se imaginó que lo que parecía ser un día normal, se convertiría en una pesadilla.
Carla recordó que Salvador le dijo que la llamaría durante su descanso para almorzar. Sin embargo, la llamada que recibió fue donde le informaron que su esposo había sufrido un accidente.
“Cuando a mí se me avisó, se me dio la noticia, yo me imaginé lo peor”, indicó.
El impacto del accidente le provocó a Salvador sangrado cerebral y varias fracturas de costilla, el pecho y la espalda. Los médicos debieron amputarle las dos piernas.
“Me duele en la condición que él está, me duele cuando entro a mirarlo. Significa todo para nosotros, es un gran hombre, un gran esposo, un gran padre, bromista, era un hombre que todo era risa, alegría”, expresó Carla.
Salvador es el principal proveedor de su familia, por lo que ellos insisten en que en los 16 años que él trabajo para Union Pacific, la seguridad siempre fue su prioridad.
“Sí tengo mucha molestia, porque no he sabido realmente qué fue lo que pasó”, aseguró Carla.
La esposa de Salvador afirma que, aunque el camino para su recuperación es largo, se aferran a la fe de Dios.
“Él ahorita está delicado, pero estable. Seguimos al pie de la oración porque Dios lo tiene aquí con vida por un propósito”, dijo Carla.
Salvador continúa hospitalizado, está despierto y aún no conoce la extensión de sus heridas, y su esposa dijo que lo que más le preocupa es la reacción que él pueda tener tras darse cuenta de la seriedad de lo ocurrido.
Por su parte, los doctores indicaron que Salvador tiene que someterse a más cirugías, por lo que su familia está pidiendo la colaboración de la comunidad para que los ayuden a recolectar fondos a través de una cuenta de GoFundMe.
El accidente sucedió a solo semanas de que la familia comprara su primera casa. Ahora celebran el cumpleaños número 40 de Salvador en un hospital y con la esperanza de que pronto pueda regresar a casa.
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