El lavado de cara del Paris Saint Germain parece que no ha hecho más que comenzar. Después de que Nasser Al-Khelaifi, que ha tardado lo suyo, se haya dado cuenta que los grandes equipos no se construyen solo a base de golpes de talonario, el club parece que está tomando otra dirección bajo la tutela de Christophe Galtier, uno de los técnicos mejor valorados de Francia en las últimas temporadas.
Más allá del apartado de salidas y entradas, en el que el PSG ha reflexionado y se ha dejado de galácticos para traer refuerzos interesantes como Vitinha, Ekitiké y Mukiele que puedan aportar sin creer que están por encima del resto, lo más importante es la diferencia de la mano del técnico en estos primeros compases en contraste con un Pochettino que pareció no dar nunca con la tecla.
Entre los que estaban ya en plantilla, el que más favorecido ha salido del fichaje de Galtier está siendo, sin lugar a dudas, Achraf Hakimi. Hace solo un año que el club desembolsó 66,5 millones de euros al Inter de Milán para hacerse con uno de los mejores jugadores, por aquel entonces, de la Serie A, además de ser de los jóvenes con mayor proyección del panorama internacional. No obstante, y aunque su rendimiento la pasada temporada fue bueno, no estuvo al nivel de lo que el marroquí, de 23 años, ofreció en el Giuseppe Meazza. El motivo, sin lugar a dudas, fue el cambio de posición, de carrilero a lateral, que aunque ser algo parecido tiene funciones muy diferentes y que cortan las alas a su juego.
Con la llegada de Galtier ha habido un cambio de sistema. El francés ha decidido aplicar una defensa de tres centrales y esto está suponiendo, al menos por el momento, que Achraf vuelva a ser carrilero, donde puede explotar sin lugar a dudas todos sus registros. Con una potencia física fuera de lo común, la nueva posición permite a Hakimi explotar esa virtud, además de su carácter eminentemente ofensivo. Sus llegadas son muy dañinas para cualquier equipo y, además, su velocidad le permite recuperar muy fácilmente la posición defensiva, por lo que el PSG no va a acusar eso.
Achraf está afilando sus colmillos para esta temporada. Messi, Mbappé y Neymar (si se queda), se pueden poner las botas con sus llegadas. Y sino al tiempo.