La Supercopa de Alemania, por ser un título que siempre se le asigna por su monopolio en la Bundesliga, siempre es más una tediosa obligación que placer para el Bayern, que casi empieza la temporada saltándose uno de sus deberes juntos a la Liga y la Copa. El conjunto del parlanchín Julian Nagelsmann empezó de manera oficial su nueva vida sin Robert Lewandowski y lo hizo con un marcado carácter bipolar, imponente en la primera parte con un 0-3 con gol de Sadio Mané incluido, intermitente en el segundo tiempo. Gnabry parecía establecer la calma en el minuto 65 con el 1-4 tras el primer gol del Leipzig, pero, estimulados por un enérgico Dani Olmo, los de Tedesco se levantaron y los tantos de Nkunku en el 77′ y el propio español en el 89′ pusieron un amenazante 3-4 sofocado por el tanto de Sané en el descuento.
El equipo de Nagelsmann hizo al inicio un instantáneo alarde de paciencia y variedad ante el repliegue del Leipzig, que pronto vería separadas sus líneas ante un Bayern mucho más dinámico que estático. Ante el férreo 5-3-2, planteado por Domenico Tedesco, el conjunto bávaro supo detectar rápido las grietas. Fijados Kimmich y Sabitzer en el centro en la salida de balón, el Bayern optó rápido por una línea de tres para superar esa primera línea del Leipzig formada por Nkunku y Forsberg, fuera con Kimmich metiéndose entre Upamecano y Lucas Hernández o con uno de los laterales poniéndose a la altura de los centrales.
El Bayern intentó salir por derecha en los primeros minutos en conducción del central o del lateral, forzando al carrilero zurdo del Leipzig, Klostermann, a salir de posición al no poder bascular a tiempo la línea de tres centrocampistas de los de Tedesco. Fue en una llegada por ese costado de donde nació el córner del primer gol oficial de este Bayern. Pasiva la defensa del Leipzig, el omnipresente Musiala se hizo con un balón suelto en el área tras varios rechaces y celebró el primero en el minuto 13.
La armonía en el juego posicional de los bávaros comprendía todas las líneas y Mané demostró una total adaptación a los automatismos, impartiendo cátedra de movilidad el senegalés, rompiendo al espacio como bien sabe hacer y entendiéndose con Müller, haciendo la ruptura cuando el alemán venía a recibir y viceversa. El buen hacer del Bayern también abarcaba el aspecto defensivo, atrapado en la presión en camp contrario un Leipzig que no lograba contactar con Nkunku ni Forsberg para jugar de cara.
El Bayern mostró varios y buenos recursos tácticos ante el repliegue del Leipzig
El equipo de Nagelsmann no se aceleró tras el gol y se mantuvo en su juego paciente, sin prisa pero sin pausa, sin comparecer mucho en el área y amparado en la seguridad que le confería su superioridad numérica en la salida de balón que impedía al Leipzig ser más ambicioso en la presión. Mantener los laterales bajos y a Kimmich y Sabitzer hizo al Bayern tener ventaja con seis hombres en la primera fase del juego frente a los dos puntas y tres medios de los ‘toros rojos’. Los extremos, Sané y Musiala, con movilidad constante por dentro y por fuera, y Müller y Mané, fijaban a la línea de cinco y volvían locos a los tres centrales en la persecución.
En este contexto, tras una jugada bien hilada por izquierda, Gnabry rompió a la espalda de una desguarnecida línea de cinco ante tanta actividad y asistió para que Mané marcara a la media hora casi a bocajarro su primer gol oficial con el Bayern, que pareció dejar la faena hecha antes del descanso en un córner que mostró la indolente pasividad del Leipzig a balón parado: tras una pared cerca del área pequeña, Musiala entregó el tercero a placer a Pavard para el 3-0.
El Leipzig se reactivó tras la pausa y, a pesar del gol de cabeza de Halstenberg en el minuto 59, no preocupó a un Bayern que obtuvo el cuarto al contragolpe tras marcar Gnabry un rechace. Pero la entrada de Dani Olmo agitó el partido y el tanto de penalti de Nkunku en el 77′ para poner el 2-4 puso una emoción reestablecida del todo en el minuto 89 por el español, que hizo subir el 3-4 con un elegante gol tras quiebro dentro del área y un disparo ajustado después de dos goles anulados por fuera de juego a Mané.
Pero el Bayern, que casi lo echa todo a perder, sofocó con un tanto de Sané en el último minuto la revoltosa reacción del campeón de Copa, que, al mismo tiempo que sufrió las virtudes de los bávaros, dejó al descubierto grandes defectos con la falta de consistencia y el desorden de la segunda parte, en la que salieron a jugar De Ligt y Mazraoui para estrenarse también en encuentro oficial. Aparte del primoroso primer tiempo, la mejor noticia fue el veloz y goleador Mané, dispuesto a dejar a Lewandowski en el olvido en el segundo intento de éxito del Bayern de Nagelsmann tras un primer curso marcado por el sonrojo contra el Borussia Mönchengladbach en la Copa (5-0) y la eliminación ante el Villarreal en Champions. Los bávaros debutarán en la Bundesliga en Frankfurt el viernes (20:30).
Ficha técnica
RB Leipzig – Bayern, 3-5
3- Leipzig: Gulácsi; Simakan (Hugo Novoa, m.79), Orban, Halstenberg; Klostermann, Laimer, Kampl (Dani Olmo, m.52), Henrichs; Szoboszlai (Haidara, m.91), Forsberg (André Silva, m.52) y Nkunku.
5-Bayern Múnich: Neuer; Pavard (Mazraoui, m.78), Upamecano (De Ligt, m.78), Lucas Hernández; Gnabry (Sané, m.78), Sabtizer, Kimmich, Musiala (Coman, m.60), Davies; Mané y Müller (Gravenberch, m.68).
Goles: 0-1, M.14: Musiala. 0-2, M.31: Mané. 0-3, M.45: Pavard. 1-3, M.59: Halstenberg. 1-4, M.65: Gnabry. 2-4, M.77: Nkunku, de penalti. 3-4, M.89: Dani Olmo. 3-5, M.98: Sané.
Árbitro: Robert Schröder (Alemania). Mostró amarilla a Simakan (m.36) y Klostermann (m.92), del Leipzig; y a Kimmich (m.64) y Lucas Hernández (m.74), Sané (m.87) y Neuer (m.97) del Bayern.
Incidencias: Partido de la Supercopa de Alemania disputado en el Red Bull Arena de Leipzig. Antes del partido se recordó al exfutbolista Uwe Seeler, fallecido este mes.