El verano es la época del año en la que más planes al aire libre se hacen. El buen tiempo invita a salir de casa, y seguro que algún que otro día te apetece disfrutar de la playa con tu familia o amigos. Pasar un día en la playa implica llevar comida y bebida, y la tortilla de patatas es uno de los alimentos más típicos. Sin embargo, según explican los expertos, no es una buena idea llevar tortilla de patatas a la playa, y a continuación te explicamos por qué.
Lluís Riera, director técnico y tecnólogo de los alimentos de la consultora Saia, explica lo siguiente, según recoge ‘La Vanguardia’: «Hay que asegurarse de que el huevo de la tortilla esté completamente cuajado. Al ser un alimento muy proteico tiene una gran carga microbiana, lo que provoca que se pueda contaminar con mucha facilidad».
Tortilla de patatas y playa no forman una buena combinación
La tortilla de patatas poco cuajada es la que presenta un mayor riesgo de salmonela cuando no está refrigerada. La infección por salmonela, que recibe el nombre de salmonelosis, es una enfermedad bacteriana cuyos principales síntomas son: calambres abdominales, diarrea y fiebre.
Lo ideal es prepararla la noche antes para que primero alcance la temperatura ambiente y luego podamos meter la tortilla de patatas al frigorífico durante toda la noche para que se enfríe bien. Ala mañana siguiente, simplemente tenemos que meterla en una nevera portátil si nos la queremos llevar a la playa.
Las neveras portátiles mantienen la temperatura pero no enfrían, razón por la cual hay que introducir los alimentos una vez refrigerados.
Precauciones con el huevo
Para evitar en la medida de lo posible la salmonelosis, es importante que conozcamos una serie de precauciones con el huevo. Lo primero y más importante es comprar huevos con la cáscara limpia y que no presente ninguna imperfección.
Una vez en casa, nunca debemos lavar los huevos, a no ser que vayamos a consumirlos inmediatamente. La cáscara es porosa, así que el agua puede arrastrar al interior la bacteria de la salmonela.
No debemos separar las claras de las yemas con la cáscara del huevo. Debemos evitar el más mínimo contacto entre el exterior y el interior.
Una de las principales recomendaciones a la hora de preparar una tortilla de patatas es la de cuajarla bien ya que la bacteria de la salmonela se destruye a 70 grados de temperatura.
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