Sus últimos resultados –tercero en los Países Bajos y segundo en Inglaterra– le han devuelto la vida a Maverick Viñales. Un presente que ha metido en el congelador los tiempos en los que muchos le dieron por desahuciado como piloto de MotoGP. Pero, como dijo con rotundidad después de estar a punto de ganar en Silverstone, “siempre he confiado mucho en mí mismo.”
Como sucede con la mayoría, el camino hasta llegar ahí fue una sucesión de sacrificios y sinsabores.
Comencé con esto de las motos yendo a hacer motocross todos los fines de semana con la familia por pura diversión. Después, poco a poco empecé a competir, pero entonces jamás me imaginé que podría llegar a donde he llegado. No ha sido un camino fácil porque yo vengo de una familia de trabajadores. La victoria que conseguía un fin de semana me servía para poder correr el siguiente. Estaba obligado a ser primero en cada carrera y eso me sometía a una tremenda presión.
Ahora que soy padre, me doy cuenta que la presión a la que estuve sometido era demasiada. Me llevó a renunciar a ser un niño demasiado pronto. Si pudiese viajar en el tiempo hacia atrás, sería una de las cosas que sin duda cambiaría. Procuraría jugar un poco más y retrasaría lo de hacerme profesional. La vida es larga, no hay que tener prisa.
25 victorias en el Mundial, 70 podios, 24 pole position y un título mundial de Moto3. Es un currículum comparable a muy pocos, pero al mismo tiempo la sensación que deja es que podrías haber ganado mucho más. ¿Estás de acuerdo?
Estoy de acuerdo, sí, pero todavía no he terminado aquí.
¿Pero por qué no has ganado más?
Es difícil de entender. Pero lo que importa es que ahora tenemos un objetivo muy bonito con Aprilia: conseguir hacerla campeona del mundo.
Sabes que si ganas con Aprilia serás el único piloto de MotoGP en ganar con tres marcas diferentes.
¿Ah sí?. ¿De toda la historia?
Así es, no estaría mal.
No, no, para nada.
¿Estás cosas a los pilotos os importan o son estadísticas en las que sólo nos fijamos los periodistas?
Es algo en lo que no me fijo mucho, pero creo que dice mucho de un piloto. Porque al final la historia queda escrita. Es bueno saber estas cosas, aunque como piloto te concentras en el momento.
¿Hay muchas cosas que se nos escapan de este deporte viéndolo desde fuera?
Sí, hay cosas difíciles de entender como espectador. Por ejemplo, todo el trabajo que hay detrás de los 40 minutos de carrera. En Aprilia se trabaja cada día, cada hora, cada minuto, para mejorar en el circuito una simple décima de segundo. Mientras nosotros estamos intentando hacer el mejor resultado posible en un fin de semana de GP, en Aprilia ya están pensando en cómo mejorar para el siguiente carrera. Y en mi caso, desde que llegué a Aprilia, le han dado mil vueltas a qué hacer para ponérmelo más fácil, para que pueda ser más competitivo. Hay mucho esfuerzo, trabajo e inversión detrás de esos 40 minutos que se ven.
¿Te acuerdas del primer día que probaste la Aprilia?
Sí, perfectamente, estaba nervioso. La noche anterior no dormí. Venía de pilotar dos motos muy diferentes, pero enseguida me sentí cómodo con la Aprilia. Entendí inmediatamente el potencial que tenía. Después de aquella primera vez quedé contento a la vez que sorprendido. Me sentí inmediatamente como en casa.
Esta última frase creo que para ti es un aspecto fundamental, ¿no?; el ambiente dentro del box.
Sí, especialmente ver que cada uno en el equipo está dando su máximo. Porque yo trabajo mucho en casa, tengo en mente siempre el potencial que tenemos y mi objetivo, no lo voy a esconder, es ganar el Mundial.
Respecto al periodo de adaptación a una moto tan diferente como las que habías pilotado, ¿te ha costado más de lo que esperabas?
No creo que hayamos necesitado tanto tiempo, aunque confieso que al principio hubo momentos duros, porque me veía atrás, pero siempre he tenido claro el potencial que teníamos. Lo que más nos ha costado ha sido mejorar la dinámica en una fase determinada de la carrera. En cuanto lo conseguimos, hemos pasado a estar entre los primeros regularmente. Pero obviamente tenemos que mejorar, tenemos que entender mejor la moto.
Conoces muy bien a Aleix Espargaró. Antes de estar juntos en Aprilia, lo tuviste como compañero de marca dos temporadas en Suzuki. ¿El nivel que está demostrando ha sido una sorpresa para ti?
Ya en aquel primer año con Suzuki en 2015 hizo una temporada impresionante, y ahora está yendo rapidísimo.
¿Puede ganar el Mundial?
Yo creo que sí.
¿Y Maverick Viñales puede ayudarle a ganar ese Mundial?
¡Seguro! Una cosa está clara: yo quiero que Aprilia gane el Mundial. Para mí es muy difícil porque estoy muy lejos en la clasificación y porque no quedan las carreras suficientes para poder recuperar la primera mitad de la temporada. Si está en mi mano, le echaré una mano tanto a Aprilia como a Aleix. Ellos confiaron tanto en mí, y creo que sería una buena forma de devolverles ese apoyo y confianza en momentos muy complicados y difíciles para mí.
Sé que no te gusta hablar de tu periodo en Yamaha, sólo quiero preguntarte que te dejó esa experiencia como piloto y humanamente.
Muy simple: tengo claro qué es lo que quiero y qué no quiero.
No es cualquier cosa.
Es algo bueno, porque me ha hecho ser muy selectivo, saber qué me va bien y qué no.
Entonces aquella experiencia te ha mejorado en cierto aspecto.
Siempre. Soy de la opinión que todas las cosas que pasan a tu alrededor, si lo razonas correctamente, te ayudan a mejorar.