Solo ha tardado tres jornadas en colocarse líder en solitario el Bayern Múnich. El equipo de Julian Nageslmann es el único que cuenta por victorias sus partidos y ya empieza a marcar diferencias en esta Bundesliga.
Desde luego que jugando igual que contra el Bochum será difícil que alguien pueda disputarle el título, dado que los bávaros se dieron un auténtico festín al vencer por un escandaloso 0-7 con doblete de Sadio Mané.
El encuentro tuvo poca trascendencia, ya que la resistencia del Bochum apenas duró tres minutos, los que tardó Leroy Sané en inaugurar el marcador tras una rápida combinación del Bayern.
A partir de ahí, la sangría local fue lenta pero constante. Cayó el segundo en un córner cabeceado por De Ligt, quien celebró su primera titularidad con su primer gol oficial con la camiseta del campeón muniqués (25′). Poco después Coman aprovechó un regalo del Bochum (33′) y antes de llegar al descanso Mané puso el cuarto con un disparo al palo corto (42′).
El africano había marcado minutos antes, una diana anulada por el VAR por manos del ex del Liverpool, quien nada más anotar ya hizo gestos de que lo había hecho con el brazo. Noble gesto del jugador de un Bayern que sin forzar la máquina ya iba ganando por un contundente 4-0.
El segundo acto continuó con la misma dinámica y pese a que el Bayern rebajó mucho sus revoluciones el equipo de Nagelsmann iba a celebrar tres goles más, obra de Mané, este de penalti, otro de Gamboa en propia meta y de Gnabry.
No hay quien le tosa al Bayern, que apenas nota la marcha de Robert Lewandowski.