El PSG marcó uno de los goles más tempraneros de la historia. El segundo más rápido de la historia de la Ligue 1: a los ocho segundos de partido, el campeón sorprendió al Lille con un tanto de Mbappé. Neymar sacó de centro del campo, combinó con Verratti, éste otra vez con el brasileño, que le dejó el balón a Messi para que lanzara en largo a la carrera de Kylian. Solo, frente al arquero, definió con una vaselina sutil después de la cual se abrazó con todos sus compañeros de manera efusiva.
Una forma inmejorable de acabar con el runrún de esta última semana después de que se rumorease que la relación entre Mbappé y Neymar no pasa por su mejor momento, acentuada por la polémica del penalti que el brasileño no le dejó ejecutar a su compañero contra el Montpellier. Antes del choque contra el Lille, sin embargo, Christophe Galtier apuntó que si hoy hay algún penalti, el primer encargado es Mbappé.