Un equipo de expertos del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) partió la mañana de este miércoles desde Kiev para inspeccionar la central nuclear de Zaporiyia, tomada por las fuerzas rusas desde principios de marzo.
“Vamos a pasar unos días allí”, anunció el jefe de la misión del OIEA, Rafael Grossi, antes de abandonar Kiev. Grossi dijo que él y otros 13 expertos trabajarán para estabilizar la situación “en la medida de lo posible”, según recogió la agencia DPA.
El jefe del OIEA espera mantener conversaciones con el personal ucraniano de la central durante la visita.
Grossi destacó que su equipo había recibido todas las garantías de seguridad necesarias para el largo viaje a la zona de guerra, a unos 450 kilómetros de Kiev.
“Nos adentramos en territorio ocupado y esto requiere las garantías explícitas, no sólo de la parte rusa, sino también de la República de Ucrania”, subrayó antes de partir en un convoy de 10 todoterrenos blancos con distintivos de la ONU.
La central nuclear de Zaporiyia es la más grande de Europa. Tiene una potencia neta de 9 mil 500 megavatios y contaba con más de 10 mil empleados antes de que comenzara la guerra. La central fue ocupada por las tropas rusas poco después de que comenzara la invasión de Ucrania a finales de febrero.
En las últimas semanas, la central ha sido objeto de frecuentes disparos y explosiones, de los que Kiev y Moscú se culpan mutuamente, lo que ha desatado la preocupación internacional por una posible catástrofe nuclear.
A principios de agosto, las autoridades ucranianas advirtieron que las consecuencias de un hipotético desastre nuclear en la central de Zaporiyia podrían ser diez veces mayores que las vividas tras el accidente de Chernóbil, en 1986.
Según informó la asesora del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales de Ucrania, Lala Tarapinka, en Chernóbil había unos 2 mil 200 elementos combustibles, mientras que en Zaporiyia se estima que pueda haber hasta 18 mil repartidos en los seis reactores de la instalación.
Así, Tarapinka remarcó que la hipotética zona de exclusión sería de hasta 30 mil kilómetros cuadrados, diez veces más que la decretada tras el accidente de 1986, lo que dejaría por tanto inhabitable el conjunto de la región de Zaporiyia, ubicada en el sur del territorio ucraniano.
(Con información de Europa Press)
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