Tras el sorteo de la Champions, en Barcelona hubo unanimidad mediática de que el Barça no había tenido ninguna suerte y había quedado encuadrado en el llamado “grupo de la muerte”. De nuevo, la pesadilla del Bayern, como el año pasado, y, de nuevo, el peor rival posible del tercer bombo. Si el año pasado fue el Benfica, ahora, más difícil todavía, el Inter. ¿Pero, y en Milán? ¿No están igual de amedrentados porque a ellos le ha correspondido también a un potente Bayern y un Barça muy reforzado? La prensa especializada fue sorprendentemente optimista en su titular. ‘La Gazzetta dello Sport’ abría así la información: “Contro Bayern e Barcellona serve una squadra del Triplete”. Ellos se cogen a la superstición. Recuerdan que en la edición de la Champions que eliminaron al Barça de Guardiola y al Bayern de Van Gaal, en 2010, consiguieron ganar no solo la Copa de Europa sino el triplete, con Liga y Copa. Entonces Mourinho estaba en el banquillo de San Siro, Eto’o era el goleador de los interistas y les salió todo redondo. Ahora quieren pensar que la casualidad del bombo es un buen augurio. Y hacen algo de trampa, porque al Bayern no se lo encontraron en la fase de grupos sino en la final de Madrid. Con el Barça sí que compartieron grupo, pero junto a Rubin Kazán y Dinamo de Kiev. Luego, Guardiola y Mourinho se volvieron a enfrentar en semifinales. En la ida (3-1), el volcán islandés que obligó al Barça a viajar en autocar y dos goles en fuera de juego pusieron la eliminatoria muy de cara para el Inter. Con el VAR no va a ser coser y cantar.