Una de las grandes confusiones respecto de la cultura oriental que tienen quienes no están tan inmersos en ella es creer que el manga y el anime se refieren a la misma expresión cultural. Pero hablamos de dos conceptos diferentes, dos productos distintos que sólo se parecen. Te contamos las diferencias entre el manga y el anime y sus características.
A partir de ello, es importante marcar cuáles son las diferencias principales entre manga y anime y aunque en ambos casos se cuentan historias interesantes, los japoneses -los máximos exponentes- clasifican sus cómics y sus dibujos animados bajo estas definiciones.
Sin más dilaciones, el hecho es que el manga es un cómic y el anime es un dibujo animado, y así de fácil deberíamos distinguirlos. Básicamente, el primero es un tebeo o historieta y el segundo la clásica serie animada de la TV.
Diferencias entre el manga y el anime y sus características
Sea como fuere, muchas personas, cuando ven un anime y un manga, no son capaces de diferenciar uno del otro. Sin embargo, existen detalles pues, aunque ambos se consideran arte y forma de comunicar, son diferentes.
El manga y el anime
El manga y el anime se diferencian, de una forma básica, en que el primero se refiere a un cómic, mientras que el segundo es un dibujo animado. Es decir, el vocablo manga hace referencia al popular tebeo o historieta, y la palabra anime lo hace a las series de animación.
Podemos considerar el anime como un tipo de animación japonesa que utiliza ordenadores y que, en muchas ocasiones, refleja historias que anteriormente fueron cómics e historietas que sí se dibujaban a mano, pero que pasan a un medio más tecnológico que anima a los personajes.
Por lo general, el anime se muestra principalmente en forma de serie. Sin embargo, también se realizan cortometrajes y películas. De hecho, si miramos en la historia, el primer film se hizo en 1917, aunque su popularidad no se democratizó a nivel mundial hasta la década de los 80.
Por su parte, el manga consta de historias y cómics. No tienen que tener un argumento o historia común, simplemente se dibujan como sucede en Occidente con los conocidos tebeos.
Aunque el manga se escribe y dibuja en Japón principalmente, también se ha exportado por todo el mundo y cada vez son más los dibujantes y guionistas que practican este arte.
Los primeros mangas de la historia de los que se tiene constancia datan de finales del siglo XVIII, siendo uno de los más conocidos Shiji no yukitai, datado en 1798.
Vemos que el manga es un arte mucho más antiguo que el anime que, a su vez, suele reflejar situaciones y personajes más irreales y fantásticos. Sea como fuere, ambas prácticas pueden usar todo tipo de género, desde el drama hasta el humor o la fantasía. No obstante, el manga tiene cierta predilección por el blanco y negro sin público específico, mientras que el anime se dirige a público adolescente y maduro.
Si bien estamos ante dos tipos de arte y formas de comunicar relatos que se popularizaron por igual en occidente en las últimas décadas, es un error pensar que son una misma expresión. Incluso, hay fanáticos del manga a los que no les gusta el anime y viceversa.
Es importante aclarar que aunque no todos los manga llegan a ser anime en algún momento, la mayoría de los animes fueron mangas en sus inicios y luego adaptados a la televisión gracias a los ordenadores que permitieron darle vida “animada” a los personajes.
Si el manga existe en Japón y otros países asiáticos desde hace al menos hace un par de siglos, el anime apareció hace poco más de 100 años. Fue concretamente en 1917, cuando los avances tecnológicos lo permitieron.
En cambio, el primer manga es Shiji no yukitai de 1798. Pero no se descarta tampoco que este tipo de tebeos o historietas hubieran sido aprovechados en tiempos anteriores para comentar las noticias de cada pueblo como hacían los juglares en la Europa medieval.
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