El Betis gana un grandioso partido

Triunfo de oro y brillantes el logrado por el Real Betis ante un grandísimo Villarreal (1-0) en uno de los mejores partidos que se recuerdan por el Villamarín, donde los de Emery gozaron de hasta cinco ocasiones muy claras antes del descanso y acabaron claudicando tras los retoques tácticos de Pellegrini y el sobresaliente partido del central Luiz Felipe, un muro infranqueable para los amarillos.

La primera parte resultó trepidante y fue jugada a un ritmo altísimo, el que propuso el Betis desde el inicio, con una presión muy alta y buscando con fe la portería de Rulli, que tuvo que emplearse pronto para detener una volea tras saque de córner de Luiz Henrique (6′) y luego vio cómo un remate franco de Canales (10′) salía lamiendo el larguero.

El altísimo ritmo de juego que quiso imponer el equipo verdiblanco no amedrentó en absoluto a los de Emery, que pronto empezaron a lanzar contras diabólicas y a llegar con mucha claridad a las narices de Rui Silva, unas veces por la endiablada velocidad de Jackson y Yeremi y otras por las imprecisiones de un Pezzella muy desafortunado, los malos controles de Sabaly o la errónea toma de decisiones de Luiz Henrique, que estuvieron a punto de costar muy caros.

El primer avisto amarillo fue una doble ocasión de Parejo y Yeremi (13′) que tuvo que salvar bajo palos Sabaly, luego, tras un córner a favor, Jackson y Lo Celso montaron una contra en superioridad y Rui Silva (22′) evitó el 0-1 cantado con un paradón, al que siguió un claro error de Gerard Moreno (25′) en otra indecisión de la zaga bética, que por el costado derecho sufría una barbaridad. Luiz Felipe estuvo providencial ante Jackson (44′) para evitar otra ocasión de gol clarísima -la quinta de la que gozaban los visitantes- tras un despeje pifiado de manera clamorosa por Pezzella y por último Rui Silva desvió un centrado y potente disparo de Gerard Moreno (45′) desde la frontal. Los de Pellegrini debían dar gracias al cielo por el 0-0 que reflejaba el marcador al descanso, pues los de Emery fallaron lo más grande.

La charla de Pellegrini al descanso surtió efecto y tras el mismo se vio otro Betis, más decidido en los duelos, peleando cada balón como si les fuera la vida y sin errores atrás. Las ocasiones, esta vez, empezaron a caer del lado local y tras un aviso de Borja Iglesias (60’) con un remate franco desde el punto de penalti, llegó el 1-0 de Rodri, al rematar libre de marca en el segundo palo un excelente centro de Luiz Henrique desde la derecha. El 1-0 lo defendieron los béticos hasta la extenuación, gozando de varias ocasiones a la contra que no culminaron y mantuvieron la incertidumbre hasta el final en un grandísimo partido.