El técnico del Unicaja, Ibon Navarro, ha afirmado este jueves que el partido del viernes ante el Heroes Den Bosch neerlandés, de semifinales de la fase previa de la Liga de Campeones FIBA, “es un cara o cruz” y que, por ello, “no hay que decírselo” a los jugadores.
“Hay que centrarse en qué hacer para poder ganar, porque si estuviésemos todo el día diciendo que es un cara o cruz estaríamos poniendo un nivel de estrés importante”, aseveró en rueda de prensa Navarro, para quien jugar en el Martín Carpena “tiene que ser una ventaja y no una presión”.
Consideró que “el partido no se va a resolver en el minuto cinco” y que “hay que estar sólidos” para “cuando llegue el momento, que se note ahí” que están en casa; y avisó de que el rival “tiene armas para estar en el partido” y de que a un solo encuentro “puede pasar cualquier cosa”.
“Tenemos mucho respeto, que no miedo”, dijo el técnico cajista, quien precisó que no los están subestimando “como rival” porque “ellos tienen sus fortalezas y debilidades” que conocen “muy bien”.
Ibon Navarro ya cuenta con los dos flamantes campeones de Europa, el base Alberto Díaz y el escolta Darío Brizuela, que han llegado “hechos polvo” porque “cuando se pasa el subidón se viene todo”, y que están cuidando su físico “para que tengan una entrada progresiva” y “traigan energía positiva”, pero “con cuidado y entre algodones”.
La pretemporada para el Unicaja concluyó el pasado domingo con la disputa de la final de la Copa de Andalucía ante el Real Betis Coosur (72-75) con sensaciones diferentes, ya que “nadie tiene una visión real y clara del equipo” al estar en todos los partidos “sin bases” por las ausencias de Alberto Díaz y el montenegrino Kendrick Perry.