Como todo en Estados Unidos y en la NBA, el día de atención a los medios dejó un reguero de titulares difíciles de asimilar en una sola jornada. El día de arranque del engranaje mediático de la liga dejó un sinfín de declaraciones, historias y anécdotas que repasamos aquí con un formato algo más ligero.
Lo bueno
La comparación de Jokic: el vigente MVP, propenso a las bromas, arrancó el Media Day maltratando al micrófono, pero luego dejo una declaración de intenciones muy bonita. “Quiero ser el Tim Duncan de los Denver Nuggets, pero para ello necesito ganar un par de campeonatos”, comentó sobre su fidelidad al equipo con el que ha registrado todos sus éxitos.
Reconciliación Beverley-Westbrook: aunque no están para tirar cohetes, los Lakers pueden celebrar que su nuevo fichaje y su base denostado se llevan mejor de lo esperado. En el pasado, Russell Westbrook dijo que Patrick Beverley no defendía nada, que tan solo se dedicaba a correr y gritar encima de la pista. “Si tengo que elegir a uno, ahora mismo diría que él es mi mejor amigo en este equipo“, aseguró el fichaje de L.A.
La energía de LeBron: “Como uno de los líderes de este equipo, estar disponible es lo más importante, aunque algunas lesiones no las puedes controlar”. Así quiere encarar LeBron James un año histórico para él, ya que muy probablemente superará el récord de anotación de la NBA de Kareem Abdul-Jabbar. La estrella afirma que quiere “showtime” y “victorias” para estos Lakers, que el curso pasado se estrellaron entre lesiones y problemas de química en el vestuario. Un nuevo entrenador, Darvin Ham, es su gran cambio.
Los planes en Dallas: en Texas no quieren matar a la gallina de los huevos de oro, y después de un verano ocupado por el Eurobasket, la gestión de Luka Doncic será cauta. “Esto es un maratón”, dijo Jason Kidd sobre la gestión de minutos y carga física de su pupilo. El esloveno no quiere saltarse mucha cosa: “No lo haré todo, pero sí mucho. Todavía estamos trazando un plan”. Un detalle interesante es que Kidd desveló que Christian Wood, su fichaje más destacado, ejercerá de sexto hombre del equipo.
El Lamborghini Zion: “A un Lambo no le pones la gasolina más barata, ¿sabes?”. Así arrancó Larry Nance la jornada de los New Orleans Pelicans al hablar de su compañero Zion Williamson. La teórica estrella de la franquicia arranca este curso al 100% físico después de pasar una temporada en blanco por culpa del pie derecho. Un año después, el corpulento pívot sonríe: “Me siento en mi mejor forma. Me muevo más rápido, salto más. Estoy genial”.
La ilusión de los españoles: los representantes de nuestro país en la liga estadounidense tuvieron su protagonismo en el Media Day. Ricky Rubio dijo no querer perderse “la oportunidad de seguir construyendo” con los Cleveland Cavaliers. Debería volver a la pista entre diciembre y enero. Los Hernangómez, Juancho y Willy, fueron aclamados por su oro europeo. En menor medida, Usman Garuba con los Houston Rockets. Santi Aldama, que decidió centrarse en su futuro en la NBA este verano, cumplió expectativas y pretender “mejorar cada día”. Serge Ibaka ya dijo el domingo que está encantado de repetir con los Milwaukee Bucks.
El peso de Harden: ‘La Barba’, en aparente buen estado físico, apareció en la rueda de prensa con ganas de vacilar tras los últimos veranos de burlas sobre su pobre condicionamiento. “He perdido 45 kilos, tuitea eso”, exageró ante los periodistas. Sea como sea, sin duda son buenas noticias para los Philadelphia 76ers.
Lo feo
El peinado de Butler: no es tonto Jimmy Butler a la hora de ser la comidilla de las redes sociales. Su peinado a lo Bob Marley impresionó y escandalizó a partes iguales y él se lo tomó como un mero divertimento: “Estoy haciendo el tonto con estas cosas para enfadar a internet. Era mi objetivo del verano y ha funcionado”. Una vez más, intentará ir a contracorriente para llevar a los Miami Heat a lo más alto: “Juego para ganar un campeonato, y me encanta tener esta oportunidad cada día”.
El lío con Udoka: “Por Twitter, como todo el mundo”. Así se enteró Jayson Tatum del cambio de entrenador en los Boston Celtics por su lío de faldas. Ahondó más en el tema un Jaylen Brown preocupado: “Ojalá tuviéramos más detalles. Por lo que sabemos fue una decisión difícil, porque esto ha pasado antes en el entorno de trabajo. Pero parece que hay más de lo que se ve a simple vista”. Más basto, Marcus Smart explicó que “nadie ha muerto” y sigue queriendo a Ime como persona y entrenador.
Y el otro con Sarver: “No me lo podía creer”, arrancó Monty Williams, técnico de los Phoenix Suns. “Fue duro leer todas las cosas que hizo”, reconoció Chris Paul. Después de hundirse en los playoffs, la investigación y confirmación del abuso de poder de Robert Sarver al frente de la franquicia ha generado otro cisma extradeportivo para el equipo. “Es uno de esos veranos que no olvidaremos”, zanjó el entrenador refiriéndose tanto a los problemas deportivos como a la sacudida fuera de las canchas.
La honestidad de Popovich: es de sobras conocido que los San Antonio Spurs no harán gran cosa ahora que encaran un curso de reconstrucción. A pesar de ello, la crudeza de Gregg Popvich sobre sus aspiraciones este año, medio en broma medio en serio, fue uno de los destacados de la jornada. “No debería decirlo, pero que nadie vaya a Las Vegas a apostar por nosotros de cara al título”, comentó el legendario preparador. Y dejó otra perla muy bien tirada a pregunta de un periodista: ¿Por qué vuelve al banquillo año tras año? “Por mi sueldo”.
Lo malo
El ‘sacrificio’ de Irving: la máquina de generar polémicas continúa a pleno rendimiento. A pesar de que en esta temporada no será un impedimento, Kyrie Irving volvió a insistir en el victimismo de no haber podido jugar por su decisión de no vacunarse contra la covid-19: “Renuncié a cuatro años y más de 100 millones de dólares por ello, y no me gusto que no estar vacunado fuera como un estigma”.
El error de Ant: después de subir una publicación a sus redes señalando e insultando a personas del colectivo LGTBI+, Anthony Edwards volvió a disculparse ante los medios en Minnesota. La joven estrella de los Wolves reconoció su error y no puso demasiadas excusas: “Sé que hice algo inmaduro, y lo siento si herí a alguien. Estoy trabajando para ser una mejor persona. No quiro dar razón a nadie para que me odien o hablen mal de mí, así que me dolió lo que dije y me dolió por ellos”.
La actitud de Durant: a pesar del culebrón desatado por su petición de traspaso, Kevin Durant se presentó como si nada a la cita con la prensa neoyorquina. “No tengo nada que demostrar”, explicó sobre la reacción de la afición. Además, dijo no estar sorprendido de continuar en Brooklyn por un sencillo motivo. “Sé que soy tan bueno como para que no me regalen sin más. Es algo que aprecio de Sean Marks y Joe Tsai”, soltó sobre el GM y el dueño de la franquicia. Su diagnóstico de lo que no funcionó el curso pasado fue escueto: “La cagamos como equipo, y tengo esperanza de aquí en adelante. Todos queremos lo mismo”.
También la de Ayton y Westbrook: cuando le felicitaron por renovar con los Phoenix Suns, algo que hizo porque no tenía más remedio a pesar de partir peras con Monty Williams, su entrenador, Deandre Ayton no se escondió con su tono neutro y respuesta escueta. “Estaba contento y se terminó todo”, dijo sobre su reacción. ¿Eso es todo?, le insistieron. “Sí”, zanjó.
De la misma manera, Russell Westbrook insistió en que no debe caerle bien al resto de sus compañeros para poder jugar en L.A.: “todos tenemos un trabajo y a veces a la gente en nuestro trabajo no le gustamos o no nos quieren ahí”.