La FIBA está empezando a poner a prueba si el cambio de dirección de la Euroliga, con la llegada de Dejan Bodiroga y la marcha de Jordi Bertomeu, puede dar pie a una etapa de distensión. Para ello ha realizado un pequeño ajuste en el calendario de las ventanas FIBA, en concreto a la que se jugará en noviembre, consistente en fijar partidos sólo el viernes (11/11) y el lunes (14/11). Con ello buscaría que les resultara más fácil a los jugadores compatibilizar los partidos de sus clubs con los de las selecciones.
Con este cambio algunos jugadores y entrenadores de Euroliga podrían compatibilizar ambos compromisos. Por ejemplo, los internacionales del Olympiacos, que ese jueves tienen fijado partido contra Partizan en casa, podrían alinarse también el viernes en Grecia contra Letonia. En otros casos, con partidos de Euroliga para el viernes, será imposible.
El conflicto entre FIBA y Euroliga por el calendario va más allá del interés mutuo de ambos organismos por copar las fechas para sus competiciones. Por parte de Euroliga ha habido contra-programación incluso, en un intento de eclipsar el interés de partidos del PreMundial y dificultar la presencia de jugadores y técnicos en partidos de selecciones.
Es el caso del derbi italiano entre Armani Milan y Virtus Bolonia, previsto para el mismo día en el que Italia recibe a España en la Ventana de clasificación para el Mundial. Hay que recordar que el calendario de fechas del PreMundial se dio a conocer antes que el de Euroliga.
Habrá que ver si Euroliga responde a este gesto con alguna concesión y flexibiliza las fechas, algo que le vienen solicitando federaciones, colectivos de jugadores y muchos técnicos, por no señalar a los titulares de los derechos de televisión que poseen ambas competiciones.