LeBron James lo acapara todo en una temporada en la que se dispone además a superar a Kareem Abdul-Jabbar como máximo anotador de la NBA de todos los tiempos pero gran parte de las esperanzas también descansan en Anthony Davis. Más concretamente en un Davis sano, esencial para el resurgir de los devaluados Lakers tras la infausta temporada pasada.
Entre las múltiples deficiencias expuestas el año pasado, la franquicia angelina dejó claro que sufre sin el pívot, sobre todo para defender su aro sin infravalorar, ni mucho menos, lo mucho que suma en ataque. Y el año pasado sufrieron mucho los de oro y púrpura porque la ‘Ceja’, condicionada por las lesiones, sólo disputó 40 partidos.
LeBron necesita de Davis para tirar de estos Lakers
En su poca participación refrendó su importancia en el equipo con sus 23 puntos, 10 rebotes y 3 asistencias de media en 35 minutos. Lo que fue evidente sobre todo fue su impacto en la cuestionada defensa de los Lakers, con un rating defensivo -puntos recibidos cada 100 posesiones-, de 107,7 con Davis y de 114,3 sin él. Es decir, con el pívot estadounidense en pista los de oro y púrpura eran la cuarta mejor defensa de la liga y, sin él, la quinta peor. Otra cifra que delata la debilidad de los Lakers cuando no puede contar con Davis con regularidad es que la franquicia angelina fue la segunda junto a los Pacers que más puntos recibió en la pintura con 51,5 por partido, registro sólo empeorado por los Rockets (53,2).
Así que LeBron James ha hablado con el interior para que de un paso adelante. Según contó Chris Haynes, de Yahoo Sports, ‘King’ habría pedido a la ‘Ceja’ que tome las riendas y el pívot ha sido todo oídos. Según también Haynes, Davis ha estado trabajando duro en el gimnasio este verano para prevenir lesiones. De hecho, habría sido el verano en el que el ‘center’ de 29 años más horas le habría echado a la preparación física para cumplir el objetivo que se ha propuesto: jugar los 82 partidos de la liga regular. Si algo tiene el pívot es un ardiente deseo de jugar mucho más.
“Este verano me he centrado en fortalecer mi cuerpo, estoy listo”
“Estoy tan emocionado que se me pone la piel de gallina sólo de pensar en este año. Espero tener un año sano y hacer lo que sé que podemos hacer. Este verano me he centrado en fortalecer mi cuerpo. Tengo que estar en la pista y dar lo mejor de mí para que demos lo mejor. Estoy listo”, dijo en declaraciones a Yahoo Sports el interior, con un promedio de 2,3 tapones por encuentro en su carrera.
Aunque jugar la totalidad de los encuentros es complicado por el lógico riesgo de lesión con un calendario tan extenso y la rotación por parte de los entrenadores, Anthony Davis se quedó cerca de lograrlo con los Pelicans en las temporadas 16-17 y 17-18, llegando a disputar 75 partidos en sus dos mejores campañas a nivel de anotación, con 28 puntos de promedio. No obstante, se ha quedado muy lejos de la cifra en los últimos cuatro años, especialmente en los dos más recientes: 56 en su último curso en Nueva Orleans y 62, 36 y 40 en los tres años con los Lakers.
Darvin Ham quiere reconstruir al equipo angelino desde la defensa y para ello debe contar con un Davis sano. A su vez, la buena salud del pívot también repercutirá en la de LeBron, que el año pasado asumió en varios partidos la función de ‘center’ ante la deficiente rotación en el puesto, con un Dwight Howard en declive -ahora agente libre-, igual que un DeAndre Jordan que fue cortado en marzo y que ahora milita en los Nuggets a la sombra de Jokic.
LeBron, para terminar de exaltar su fama de jugador total en un puesto donde había actuado de manera esporádica a lo largo de su carrera, brilló como pívot, pero a sus 37 años no debe asumir más responsabilidad de la que ya tiene para ahuyentar unas lesiones que en su caso también le limitaron el año pasado con sólo 56 encuentros disputados.
Rotación en el pívot de perfil bajo
La continuidad de Anthony Davis toma más relevancia si se tiene en cuenta que los Lakers sólo han podido incorporar este verano pívots de perfil bajo para completar la rotación en el puesto -con la incógnita que ello supone-, debido en gran parte al poco margen salarial que les deja los 47 millones de dólares que va a percibir Russell Westbrook este año.
Damian Jones, que era agente libre y jugó 8 partidos con los Lakers en el curso 20-21, es uno de los pívots firmados por la franquicia de Los Ángeles. De 27 años y 2,11, Jones ha sido a lo largo de su carrera un jugador de banquillo, aunque, eso sí, constante y fiable, con 8 puntos, 4,4 rebotes y 1 asistencia en apenas 13,2 minutos de juego en una trayectoria labrada en Warriors, Hawks, Suns, Lakers y Sacramento. El otro nuevo ‘center’ en el roster es otro que ya había estado en la franquicia de oro y púrpura, Thomas Bryant, de 25 años y 2,08, quien también se encontraba libre tras cuatro años en los Kings y con unos buenos registros de 7,4 puntos, 4 rebotes y 1 asistencia en 18,8 minutos.
Damian Jones, reincorporado este verano por los Lakers
Además, los Lakers también tienen entrenando en esta pretemporada a Jay Huff con un contrato ‘Exhibit 10’ que permite a la franquicia en cuestión firmar un contrato ‘two-way’ si ese jugador le interesa. De 25 años y 2,16, la única experiencia que tiene Huff en la NBA son los cuatro partidos con una media de 5 minutos que jugó el año pasado con la franquicia angelina, que también puede utilizar en el ‘5’ a Wenyen Gabriel.
Con tanta incertidumbre sobre el rendimiento de los jugadores de banquillo en el puesto y la necesidad de que LeBron no se quede solo como el año pasado con el temor a repetir una temporada infame como la pasada como ruido de fondo, Anthony Davis es la esperanza de los Lakers.