Ya nadie se acuerda del calvario por el que pasó Sergio Ramos la temporada pasada. Lesionado, apartado de la rutina y sin poder integrarse con sus compañeros en su primer año fuera de Madrid. Incluso se rumoreó que se le pudiese rescindir el contrato. El central, sin embargo, no se rindió a pesar de las dudas que hubo tanto en el club como en la grada, desde la que escuchó la reacción de una afición descontenta con su pobre rendimiento.
Con el verano de por medio y con una recuperación paulatina, Sergio Ramos ha pasado de un extremo al otro. De ser testimonial a ser irremplazable para Christophe Galtier, que solo le ha hecho descansar tres ratos en liga. Desde que debutó con el cuadro parisino en la Ligue 1 ha jugado un total de 21 partidos, y las cifras le convierten en un auténtico talismán: 17 triunfos y 4 empates, prueba de que el equipo se siente más arropado con Sergio Ramos en el campo.
Sin haber llegado ni siquiera al primer tercio de temporada, a estas alturas ya ha disputado casi los mismos minutos que en toda la pasada. Más activo en sus redes sociales, se percibe que quiere transmitir sus ganas de demostrar todo lo que no pudo hace unos meses. La dinámica del equipo es otra, la ilusión está renovada y el PSG, por ahora, ofrece buenas sensaciones. Sergio Ramos no quiere perdérselo.