Jan Vesely (Ostrava, República Checa, 2,11 de estatura, 32 años) se convirtió este verano en el primer fichaje que hizo el Barça, con un acuerdo por las próximas tres temporadas. Después de ocho años en el Fenerbahce de Estambul, el pívot checo se unió al proyecto del club azulgrana, que ya le había pretendido en anteriores ocasiones. Su palmarés le avala. Con el conjunto turco logró conquistar una Euroliga (2017), además de cuatro ligas y tres Copas. Fue elegido como MVP de la máxima competición europea en 2019 y en tres ocasiones ha estado en el mejor quinteto. Anteriormente, con el Partizan también sumó varios títulos, antes de su etapa de tres años en la NBA con Washington Wizards y Denver Nuggets.
¿Cómo está siendo su adaptación al Barça, al club y al equipo, y también cómo está siendo la de su familia a la ciudad?
De momento todo está yendo muy bien. Hace menos de un mes que estamos aquí, han sido unas semanas en las que hemos estado bastante ocupados, pero todo está bien. De momento estamos encantados.
¿Qué tal sus compañeros de vestuario? ¿Son buenos chicos?
¡Sí! Son chicos excelentes. Llevamos juntos poco tiempo, pero todo el mundo es genial, te ayudan, hablamos entre nosotros…
¿Preparado para competir por todos los títulos, tiene la Euroliga como prioridad o cuál es su mentalidad en este sentido?
Bueno, sí, claro, la Euroliga es el gran título por el que hemos de competir, pero hay grandes expectativas a nuestro alrededor y nosotros queremos ganarlo todo, no sólo la Euroliga, queremos la ACB y queremos la Copa.
¿Qué ha supuesto para usted personalmente llegar al Barça después de ocho años en el Fenerbahce?
Bueno, fue algo difícil, fue una decisión muy complicada para mí, pero entendí que necesitaba un cambio. Yo creo que era la mejor decisión para mí.
Usted ha sido MVP de la Euroliga, también ha estado en el mejor quinteto en varias ocasiones. ¿Siente que ya no tiene nada que demostrar o aún tiene la mentalidad de probar algo?
Bueno, no sé, nunca en mi carrera he jugado pensando en esos premios individuales, la verdad. Lo único que me ha preocupado siempre es ayudar al equipo lo máximo que he podido. Yo creo que en el Barça va a ser diferente con respecto a otros equipos, porque la ACB es mucho más competitiva que otras ligas y no hay ningún partido fácil. También entiendo bien que en el Barça ningún jugador va a jugar normalmente más de 25 minutos por partido. Al final la clave es que todo el mundo entienda su rol y su función y hacer lo máximo que pueda para ayudar al equipo.
¿Qué cree que puede aportar usted?
Creo que mi experiencia, por los años que llevo en la Euroliga y en el Fenerbahce. Mi juego ha ido cambiando, ahora creo que soy un jugador más inteligente en la cancha. Yo creo que tengo que ayudar mucho en defensa, jugando agresivo.
La pasada temporada el Barça jugó muy bien a mediados de la temporada, pero no llegó bien al final de la campaña. ¿Cómo se consigue llegar a tope a los momentos clave de la temporada?
Bueno, es que no es fácil jugar al máximo nivel durante 10 meses, siempre va a haber altibajos, así que espero que esos momentos más bajos lleguen al inicio de la temporada y no al final, pero estoy seguro de que todos entendemos que necesitamos jugar al máximo nivel en el tramo final de la temporada. Yo creo que la clave es la mentalidad y la concentración, es decir, ser capaz de estar aún más concentrado cuando llegan esos momentos decisivos.
Usted ha tenido a Zeljko Obradovic como entrenador y ahora tiene a Sarunas Jasikevicius. ¿En qué se parecen y en qué se diferencian?
Una de las razones por las que vine al Barça fue por Saras (Sarunas Jasikevicius), porque la filosofía y la manera de entender el basket que tiene son similares a las de Obradovic. Ambos son muy perfeccionistas, están muy pendientes de que se hagan bien los pequeños detalles. A veces sí que son diferentes en su estilo en cosas que dan más libertad o no, pero al final ellos tienen sus reglas y las has de seguir en la cancha.
Usted ha vuelto a coincidir aquí en el Barça con Tomas Satoransky, compatriota suyo y gran amigo, con el que ha demostrado durante muchos años tener una especial conexión en la cancha, por ejemplo, en la selección checa. Imagino que aquí en el Barça se seguirá viendo eso…
Sí, por supuesto, Tomas es el base, nos tenemos que adaptar un poco, porque los dos somos nuevos, el estilo del equipo es diferente y tenemos jugadores distintos alrededor, pero poco a poco estamos ajustando cosas y bueno… ¡espero que no se olvide de seguir pasándome el balón!