La guerra de Rusia contra Ucrania, la pandemia de covid-19 y los ataques físicos y cibernéticos contra infraestructuras críticas han mostrado con crudeza la fragilidad de la economía mundial. En aras de la seguridad y el bienestar de nuestros ciudadanos, debemos sustituir las dependencias insostenibles por asociaciones equilibradas. Tenemos que mantener relaciones comerciales con socios en los que podamos confiar, no con quienes dinamitan nuestra confianza. Nuestras democracias han de mantenerse firmes y unidas contra la autocracia para defender nuestros valores y forjar el futuro de la economía mundial.
Este es el compromiso de la Global Gateway, el paquete de inversión de la Unión Europea, dotado con 300.000 millones de euros para ayudar a restablecer un orden económico global e internacional basado en normas. Esta iniciativa, presentada hace casi un año, materializa un planteamiento en el que Estonia ha sido pionera: el de la conectividad de confianza. Un concepto que se ha vuelto aún más necesario con la agresión injustificada de Rusia y la grave violación del Derecho Internacional que supone.
Estamos sustituyendo los combustibles fósiles rusos por cadenas de suministro resilientes que permitan la transición ecológica y eviten nuevas dependencias. Estamos promoviendo una sociedad digital abierta, segura y centrada en el ser humano, que refleje nuestros valores y normas democráticos. Y seguimos implicando a los socios que quieran unirse a nosotros en la construcción de un futuro libre, próspero y sostenible. En este camino nos enfrentamos a una elección crucial: ¿estamos dispuestos a pagar el precio que exige la confianza? El mensaje de Europa es claro: la confianza tiene un precio, pero merece la pena pagarlo porque el valor de nuestra libertad es incalculable.
De las palabras a los hechos
Los tres Estados bálticos y otros de Europa Central y Oriental han advertido a los demás, desde hace años, de la intención real de Putin: Rusia no es un socio energético fiable. Estonia, junto con Letonia, Lituania y Polonia, empezó a desvincularse del suministro energético ruso mucho antes de la invasión a gran escala de Ucrania por parte del Kremlin. Estos países han invertido en energías renovables, terminales de GNL (gas natural licuado) o interconectores. Ahora, con RePowerEU, toda Europa está siguiendo su ejemplo para acabar de una vez por todas con nuestra dependencia de los combustibles fósiles rusos.
La crisis actual ha puesto de manifiesto la fortaleza interior de la Unión Europea. Hemos actuado con unidad, rapidez y determinación. Nuestras sanciones a Rusia están asfixiando su economía de guerra, y Ucrania está recuperando terreno en el campo de batalla. La OTAN y la alianza de seguridad transatlántica son hoy más fuertes que nunca. Pero la guerra dista mucho de haber terminado. Para garantizar la victoria de Ucrania contra el invasor, la UE y sus aliados deben aportar la potencia necesaria para encauzar el orden geopolítico y económico hacia la apertura, la cooperación y la libertad, así como al cumplimiento de normas que reflejen estos valores. La Global Gateway, como plasmación de la conectividad de confianza, es la herramienta adecuada para esta tarea.
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SuscríbetePor unas asociaciones de confianza
La Global Gateway representa el compromiso de Europa por ofrecer a nuestros países vecinos y a los socios globales una cooperación positiva y basada en valores. Mientras que las autocracias pretenden crear esferas de influencia, para aumentar, en lugar de reducir, las dependencias perniciosas, nosotros queremos crear asociaciones basadas en valores y visiones compartidos para el futuro. Queremos construir la infraestructura digital y ecológica de la economía del mañana, para conectar a nuestros socios con Europa, incluida nuestra vecindad oriental, y para conectarnos nosotros mismos con el Sur Global, diverso y dinámico.
La Global Gateway ya está dando resultados sobre el terreno: por ejemplo, la UE está financiando nuevos corredores económicos e infraestructuras energéticas para conectar los Balcanes occidentales y acercarlos más a nuestra Unión, haciendo así posible su sueño europeo. Con nuestras inversiones en energías renovables, en hidrógeno verde y en las cadenas de valor de las materias primas, estamos construyendo relaciones mutuamente beneficiosas con países como Namibia y Chile, para favorecer su crecimiento sostenible y nuestra seguridad energética. Y con la construcción de infraestructuras digitales, como la del nuevo cable submarino de fibra óptica en el mar Negro, estamos diversificando el acceso a internet en el Cáucaso y en Asia Central. La Global Gateway está financiando también la construcción de instalaciones de producción de vacunas de ARN mensajero en Ruanda y Senegal, y próximamente en América Latina, para promover la salud mundial a través de las transferencias de tecnologías avanzadas y la resiliencia regional.
Es esencial que presentemos un frente unido ante la creciente prepotencia y agresividad de los regímenes autocráticos. Esta es la razón por la que la Global Gateway está asociando a los socios más cercanos de Europa y a otras iniciativas en materia de conectividad de confianza: por ejemplo, trabajando con la asociación del G-7 para las infraestructuras y la inversión mundiales para aprovechar no solo nuestras inversiones, sino también nuestros conocimientos técnicos y nuestro poder normativo. Juntos podemos configurar una nueva era de la globalización, que defienda, además de la eficiencia económica, la resiliencia económica, y vincule nuestra prosperidad con nuestros valores.
Una plataforma de coordinación
Estamos viviendo un momento decisivo: es la hora de la verdad. Ahora es imperativo seguir respondiendo al desafío y construir una sólida coalición para el progreso y contra el revisionismo histórico. Para contribuir a esta cooperación, Estonia ha desarrollado el Portal de Asociaciones del Equipo Europa para la Unión Europea y sus Estados miembros, con el fin de implicar a sus socios como parte de la Global Gateway. La Cumbre Digital de este año en Tallin es una invitación a la acción para que las democracias en su conjunto proporcionen una conectividad de confianza, defiendan la libertad y la democracia y demuestren que estamos comprometidas con su defensa de forma duradera: por Ucrania, por la paz y por el futuro de un orden internacional abierto y justo.
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