El Leipzig dio un paso hacia adelante en sus aspiraciones de acceder a los octavos de final de la Champions, donde ya está el Real Madrid, tras imponerse este martes por 0-2 al Celtic de Glasgow, que se despidió de cualquier opción de estar en la siguiente ronda, aunque aún tiene opciones de meterse en la Europa League, en un encuentro en el que el conjunto alemán hizo valer su mayor calidad en los metros finales.
Un duelo entre dos concepciones antagónicas del fútbol, ya que si el los escoceses apostaron por el trabajo, el físico y el vértigo par tratar de alcanzar el área rival, los germanos apelaron a la paciencia y el academicismo para construir sus acciones de ataque.
Planteamiento que permitió al Leipzig adueñarse por completo de la posesión del balón, que por momentos llegó a alcanzar el 73 por ciento. Un dominio que los visitantes no supieron traducir en claras ocasione de gol, pese a que el técnico germano Marco Rose no se guardó ninguna carta y alineó de inicio a Timo Werner, el francés Christopher Nkunku, el húngaro Dominik Szoboszlai y el portugués André Silva en ataque.
De hecho, la mejor ocasión del Leipzig llegó a los ocho minutos en una internada por la banda izquierda del lateral David Raum, muy activo en el arranque del encuentro, cuyo centro no logró rematar por poco Szoboszlai.
Pero ni así perdió intensidad la presión del Celtic, que con el paso de los minutos fue complicando cada vez más y más la salida del balón del conjunto alemán, superado por la hiperactividad de los jugadores locales.
Un frenético ritmo que no tardó en traducirse en claras ocasiones de gol para el conjunto local, que vio como la madera le impidió hasta en dos ocasiones adelantarse en el marcador. Primero en un remate a los 27 minutos desde fuera del área de Matthew O’Riley, que se estrelló en el larguero, y cuyo rechace cayó a los pies de Greg Taylor, que envió el balón al poste.
No fue la única oportunidad del Celtic, que dos minutos más tarde, en el 29, vio como el delantero japonés Kyogo Furuhashi como cabeceó por encima del larguero un magnifico pase del montenegrino Sead Kaksabanovic.
Y es que toda la entrega que destila el juego del conjunto escocés no se ve acompañada de la calidad necesaria en los metros finales las ocasiones que son capaces de generar los del australiano Ange Postecoglou.
Todo lo contrario de lo que ocurre en el Leipzig, que sí por algo destaca es por la calidad que atesora en ataque, gracias a la presencia de jugadores como el portugués André Silva y el alemán Timo Werner.
Tal y como se comprobó a los 75 minutos de juego en una acción en la que el internacional portugués tras llegar hasta la línea de fondo firmó un delicioso pase para la llegada de Werner, que estableció con un potente cabezazo el 1-0.
Un Timo Werner que fue de nuevo decisivo en la acción del segundo tanto del conjunto alemán, obra del sueco Emil Forsberg, que estableció el definitivo 0-2 al aprovechar un pase del internacional alemán.
Celtic: Hart; Juranovic, Carter-Vickers, Jenz, Taylor; O’Riley, Hatate (Mooy, m.66), Haksabanovic (Turnbull, m.66); Maeda (Bernabei, m.80), Furuhashi (Giakoumakis, m.66) y Abada (Forrest, m.42).
Leipzig: Blaswich; Simakan (Henrichs, m.76), Orban, Gvardiol, Raum; Haidara (Diallo, m.83), Schlager; Szoboszlai (Forsberg, m.76), Nkunku (Novoa, m.88), Werner y André Silva (Poulsen, m.76)
Goles: 1-0, m.75: Werner. 2-0, m.84: Forsberg.
Árbitro: Halil Umut Meler (Turquía). Mostró tarjeta amarilla a Hatate y Juranovic, del Celtic.
Incidencias: Encuentro correspondiente a la cuarta jornada del grupo F de la Champions disputado en el Celtic Park de Glasgow ante 57.585 espectadores.
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