La NBA, y menos a las puertas del inicio de la temporada, no necesita recrearse en hechos extradeportivos para generar contenido. Pero el ‘caso Draymond Green’ y su impacto en los Warriors -Steve Kerr dice que es la peor crisis desde que él está en el banquillo-, sigue coleando. Adrian Wojnarowski desveló la razón por la sanción de los Warriors al visceral interior se haya quedado sólo en una multa económica sin ningún partido de suspensión.
La noche con la que la franquicia de San Francisco abrirá la temporada contra los Lakers el martes en casa no es una cualquiera, ya que será la velada de la entrega del anillo de campeón. Este hecho es el que habría hecho que la organización de la Bahía no se decantara por privar de jugar a Draymond Green. Quiere que estén todos incluido el interior, cuya ausencia en el partido inaugural centraría una conversación que se debe centrar en la entrega de la codiciada joya a los Warriors, la séptima de la franquicia, la cuarta de la dinastía liderada por Curry, Thompson y Green.
La ascendencia de Green en el propio equipo apoya también la decisión de los Warriors, pues su nombre no se puede disociar del de Curry, Thompson -y por supuesto Kerr-, cuando se habla del núcleo de jugadores que ha dominado la NBA en la última década. Su ausencia reforzaría el debate sobre la unión el vestuario, un debate que, hagan lo que hagan los Warriors, ya está sobre la mesa.
Según Wojnarowski, Green hubiera sido sancionado en cualquier otra circunstancia: “Me han dicho que los Warriors han dado mucho peso al hecho de que la noche de apertura es también la noche del anillo… Si este incidente hubiera llegado en medio de la temporada regular, probablemente hubiera sido una suspensión”, dijo el reputado especialista de la NBA.
El precedente de Kevin Durant
La decisión de la franquicia de la Bahía a Green ha generado algo de controversia bien por ‘blanda’ o bien por la diferente vara de medir. Varios medios estadounidenses están recordando estos días que, en 2018, el interior fue castigado por un partido por insultar a Kevin Durant repetidamente en un Warriors-Clippers que terminó con derrota para los de Kerr. “Perra” habría sido la palabra ofensiva que profirió Green al alero.
Por otra parte, también ha trascendido algo que todavía no se había contado. El puñetazo de Draymond Green era lo suficientemente intenso para que Jordan Poole ya no tuviera capacidad de respuesta, pero, al parecer, el escolta quedó del todo noqueado.