El comienzo de temporada ha sido desolador para el Cádiz. Los ‘gaditanos’ tenían la esperanza de seguir con la buena inercia del final del curso pasado, pero ha sido todo lo contrario. En las primeras cinco jornadas no sumaron ningún punto y las dudas se instalaron alrededor de la figura de Sergio González.
El juego del equipo ha ido de menos a más y las últimas tres jornadas han sido más positivas, con una victoria y dos empates. No obstante, los números siguen siendo malos: 3 goles a favor (peor de la categoría) y 16 en contra (segundo peor), datos que evidencian cuáles están siendo los hándicaps. Son antepenúltimos, a un punto de la salvación.
Sin embargo, en la última jornada, apareció la figura de Lucas Pérez. Sin duda, uno de los principales argumentos del conjunto andaluz para salvar la categoría. En verano estaba más fuera que dentro, pero al final se quedó y debe ser importante.
Su deseo era volver al Deportivo de La Coruña, a su casa. Por motivos económicos la operación no pudo salir adelante y se tuvo que quedar. En las primeras jornadas la operación frustrada se notó en su rendimiento, más flojo de lo habitual. Ahora que ya ha pasado más de un mes se le ve más en forma y empieza a marcar diferencias.
En el encuentro contra el Espanyol fue decisivo para conseguir un punto. Entró pasada la hora de juego y fue el factor determinante para que los ‘pericos’ no se llevaran los 3 puntos del Nuevo Mirandilla. Su calidad, su capacidad asociativa, las ganas con las que estaba jugando y el gol que marcó activaron a la afición. Desde ese momento el Cádiz jugó con 12 y estuvo a punto de llevarse la victoria, con un disparo al larguero del propio Lucas.
De esta manera rompió su sequía goleadora doce jornadas después y recibió el perdón de los seguidores, que le habían pitado en la primera jornada. Al final del encuentro el propio jugador quiso manifestarse al respecto: “El presidente ya lo dijo, que era una cuestión personal por la que yo quería volver a casa, pero lo voy a repetir solo una vez: yo estoy feliz en el Cádiz, no estoy infeliz. Era un motivo personal”, recalcó.
“Quiero trabajar tranquilo. Y si nos tienen que pitar, que sea cuando no salen las cosas”, concluyó.