Lío con la sanción a Fernando Alonso: La FIA mantiene su decisión y después rectifica

Alonso no se esconde: Está harto

Fernando Alonso ya no puede esconderlo. Está harto. Quiere acabar cuanto antes la temporada para tomar aire fresco y empezar con más fuerza el 2023, un nuevo proyecto, con nuevas ilusiones y ambiciones junto a su nuevo equipo, Aston Martin. Llevaba muchas carreras repitiendo en sus entrevistas aquello de “otro problema en el coche 14”. Lo avisábamos, no era casualidad que compusiera la frase de esa manera. No lo hacía para recordar su dorsal, sino para destacar los muchos problemas de fiabilidad que le habían golpeado este año, quitándole “unos 50 puntos” en la primera parte del campeonato, una cifra que Fernando aumentó hasta unos “66 puntos” tras la nueva decepción que le tocó vivir en México. Allí, su coche le volvió a dejar tirado cuando había vuelto a poner el listón más arriba de lo que se esperaba con un coche que había sufrido mucho en los días precedentes. Era 7º tras una carrera perfecta, con una gran salida, una gran gestión de las gomas en un primer stint larguísimo imprimiendo un gran ritmo. Tenía un buen puñado de puntos ya en sus manos, pero de nuevo, su coche falló, esta vez al quedarse sin uno de sus cilindros antes de que su motor se rompiera de forma definitiva.

El enfado de Fernando Alonso era máximo. Fue la gota que colmó el vaso. Y tras tantas veces repitiendo de refilón aquello de “otra vez, en el coche 14”, habló de forma clara y contundente de la diferencia de fiabilidad de su coche y el otro monoplaza de Alpine, el de Esteban Ocon.

“He perdido unos 66 puntos este año”

“Para el coche 14 siempre hay problemas de fiabilidad. Con 20 vueltas para el final, perdí un cilindro, así que corría con cinco cilindros, un 20% menos de potencia. Estaba 20 segundos por delante de los McLaren y de mi compañero de equipo. Así que creo que la carrera hasta ese momento fue excepcional. Califico las carreras de Austin y la de México como mis dos mejores carreras en términos de ritmo”, apuntó. Y dejó claro que para él, “lo mejor” fue que ese motor se terminara de romper para no volverlo a montar en las últimas carreras que quedan: “Fue mejor cuando explotó al final, así paramos el coche y dejamos de dar esas vueltas”.

“Perdí 60 puntos este año, por lo que agregamos otros seis, por lo que he perdido alrededor de 66. Y obviamente todos los demás se benefician, porque todos obtienen más puntos de lo que deberían”, apuntó. El malestar de Fernando Alonso con la fiabilidad de su material en su lado del box es tal que incluso llegó a compararlo con los problemas que sufrió en sus años en McLaren-Honda.

“Se retiran dos coches en cada carrera, uno es el 14”

“Pero sí, es increíble que solo uno o dos coches se retiren en cada carrera y uno de ellos siempre sea el coche 14. Creo que este año exploté cinco motores: el problema en Australia en la calificación, en Austria ni siquiera pude empezar una carrera porque sufrió un apagón… Así que creo que en 19 carreras, más o menos el 50% de las carreras, no obtuvimos los puntos que merecíamos. Pero no hay nada que podamos hacer ahora”, apuntó, dejando claro que no había visto nada igual en términos de fiabilidad respecto a los que tuvo en McLaren-Honda en 2015, cuando el motor nipón fallaba constantemente. “En el primer año de Honda tuvimos una penalización de 72 puestos de parrilla al final del año, algo así, pero lo que pasa es que con Honda se paraban los dos coches. Este año solo se para el coche 14”.

“No puede ser cuestión de mala suerte”

Szafnauer dijo hace meses que el hecho de que el coche del asturiano sufriera más problemas de fiabilidad que el de Ocon se trataba de una cuestión de pura mala suerte. “Cuando estuve en Honda 2004, solo se le rompían motores a Takuma Sato. A veces es así. Simplemente es mala suerte”, apuntó el Team Principal de Alpine por aquel entonces. Pero Alonso tiene claro que el problema es otro: “El motor no puede terminar las carreras. No puede ser mala suerte cuando hay que cambiar seis o siete motores como hicimos nosotros y aún no estamos acabando las carreras. Así que creo que Alpine tiene trabajo que hacer el próximo invierno. Espero que no demasiado”, agregó. 

Deseando marcharse

En declaraciones a ‘DAZN F1’ ya entonó aquello de “solo quedan dos carreras”, en clara referencia a las ganas que tiene de acabar ya con esta pesadilla e iniciar su nuevo proyecto con Aston Martin. Le preguntaron después si estaba contando las horas: “Sí, al cien por cien”. No obstante, remarcaba que seguiría dando el máximo por Alpine en las carreras que quedan: “Iré, pilotaré lo más rápido que puedo, celebraré con Abu Dhabi nuestra última carrera y volaré a casa”. Y es que como dijo el sábado, pese a su enfado, Alonso no olvida la importancia de esta escudería en su carrera: Quiere seguir ayudando para que Alpine consiga el cuarto puesto en el Mundial de Constructores. El equipo francés le saca solo 7 puntos de margen a McLaren en esa lucha. Necesitan los puntos de Alonso como agua de mayo. 




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