Luka Doncic ha empezado la campaña en la que está llamado a dar el paso definitivo en la lucha por el MVP de la temporada regular como un tiro. El astro esloveno, en su sexto partido del curso, volvió a dar un recital ante su público y con 44 puntos, 3 rebotes y 5 asistencias lideró el triunfo de los Dallas Mavericks contra los Orlando Magic por 114-105. El espectáculo del ’77’, sin embargo, no se está traduciendo en fiabilidad y victorias, aunque en este caso los Mavs pudieron al menos superar el susto contra los floridenses para equilibrar su balance del curso, tres victorias y tres derrotas, y dar una alegría a la afición.
El mago de Liubliana se puso a la altura de Michael Jordan una vez más al encadenar seis encuentros por encima de los 30 puntos para arrancar la temporada, algo que el ’23’ logró en 1986. Solo seis jugadores lo han conseguido en toda la historia, y el esloveno es el único en hacerlo en el siglo XXI. Antes que él y la leyenda de los Chicago Bulls lo lograron Marques Johnson (Bucks, 1978), Oscar Robertson (Royals, 1965), Jack Twyman (Royals, 1959) y Wilt Chamberlain (Warriors, 1959 y 1962) en dos ocasiones. Desde que se mantienen registros, nadie ha acumulado más de 200 puntos, 50 rebotes y 50 asistencias en los seis primeros partidos de la temporada.
La combinación anotadora de la perla de los Mavs se lee así por ahora: 32,35,37,41,31 y 44. ¡Bingo! El esloveno le sale a su equipo a punto por minuto disputado: promedia 36,7 puntos en 36,7 minutos de juego y lidera la tabla de anotación en la NBA. Su último partido representó su mejor registro anotador de la temporada con un 17 de 26 en tiros de campo y un 2 de 9 en triples, uno de sus puntos débiles en este arranque. A pesar de su racha por encima de los 30, Doncic solo ha metido el 22,6% de los triples que ha intentado. Además, las dudas desde la línea de personal siguen sin desvanecerse: un 8 de 14 contra Orlando y un 78,3% esta temporada.
Más allá de los aspectos por pulir, queda claro que Luka volverá a ser el héroe que necesitan los Mavericks para soñar con otros playoffs de fantasía. Prueba de ello es que la ratio de uso del esloveno está disparada. Su 39,4% representa la cifra más elevada de su carrera e implica que él finaliza casi la mitad de las jugadas de Dallas. Hablan por sí solos sus promedios: 36,7 puntos, 9,5 rebotes, 8,7 asistencias y 1,7 robos de balón. Representan el 31,1% de la anotación del equipo, el 22,6% de las capturas, el 45,2% de los pases de canasta y el 21,2% de los hurtos. Pocos jugadores tienen un impacto en el devenir de su equipo como el suyo, y este es un elemento primordial en las votaciones al MVP.
“Ganar el MVP no sería algo malo”, decía Doncic antes de empezar la temporada. “No todo el mundo puede decir que son el MVP, pero hay que lograrlo, no simplemente ser mencionado en una lista”. Si lo lograse, significaría que estos Mavs han confirmado que, con él y un grupo de buenos pero no excelentes jugadores, son capaces de llegar lejos de forma regular. El año pasado, cuando terminaron cuartos en la Conferencia Oeste con un balance de 52 victorias y 30 derrotas, se analizó como una temporada demasiado buena para el equipo que tenían. Luego, en playoffs, dieron la campanada colándose hasta las Finales de Conferencia contra los vigentes campeones, los Golden State Warriors.
En verano, la marcha de Jalen Brunson le arrancó a la plantilla a su segundo mejor jugador, y en los despachos poco más se pudo hacer que traer a Christian Wood, un buen refuerzo pero, al menos sobre
el papel, insuficiente. Si tiene éxito y repiten las 50 victorias de antaño, la narrativa debería favorecer la campaña al MVP de Doncic, a día de hoy el jugador que más eficiente de la competición. Con un PER -índice de eficiencia del jugador- de 36 que supera de largo el 33,1 de Ja Morant y Giannis Antetokounmpo o el 32,8 de Nikola Jokic, el recipiente de las dos últimas coronas individuales de la competición. Según John Hollinger, creador de la métrica más usada para dirimir el rendimiento de un jugador, situarse por encima del 35 en PER sería equivalente a registrar la mejor temporada de la historia de la NBA. Casi nada.