Kyrie Irving sigue subiendo su apuesta temporada tras temporada. La estrella sobre la pista sigue granjeándose enemigos fuera de la misma con sus polémicas opiniones y salidas de tono, que inexplicablemente siguen sin ganarle una sanción o suspensión por parte de la NBA. El último lío, un tuit enlazando a una película de corte antisemita, le ha ganado al base el rechazo de sus colegas de profesión, su equipo, la liga e incluso sus patrocinadores. Eso sí, nadie le ha sancionado ni suspendido de empleo a pesar de la gravedad de sus actos.
“Creo que la NBA se equivoca. Deberían suspenderle, Adam Silver debería suspenderle”, opinaba Charles Barkley en el programa de televisión sobre la competición de mayor audiencia en Estados Unidos. “En primer lugar, Adam es judío. ‘No puedes cobrar mis 40 millones de dólares y luego insultar a mí religión’”, pensó en alto el exjugador y leyenda de la liga. Para ejemplificar el desliz de la NBA, sacó a pasear varios ejemplos de buen hacer en el pasado reciente:
“Hemos suspendido a jugadores y multado a personas que han hecho insultos homófobos, y eso fue lo correcto. Creo que si insultas a la comunidad negra, deberías ser suspendido o multado fuertemente. Vi que le hicieron lo mismo al chico (Anthony Edwards) en Minnesota este año cuando hizo un insulto contra los homosexuales. Creo que deberías ser suspendido o multado y ahora ya van tarde”.
Su compañero de programa y también mito de la liga, Shaquille O’Neal, tampoco se cortó ni un pelo sobre el asunto. “El baloncesto sirve para unir a las personas. Me duele tener que estar aquí hablando sobre cosas que dividen a la gente, tener que responder aquí a lo que ha dicho este idiota”, valoró el exjugador.
Al repudio de algunos de los principales referentes de la historia del baloncesto se unieron anoche también los actuales profesionales de la liga a través de su asociación, la NBPA. A través de un comunicado, condenaron cualquier acción o promoción del antisemitismo, que “no tiene cabida en nuestra sociedad”.
En una columna muy brillante en Sports Illustrated, el periodista Howard Beck resumió en pocas palabras la gravedad del asunto y la irresponsabilidad de Irving en su enésima polémica. “Esto no es solo otra salida de tono. Con su último desvío intelectual, Kyrie Irving ha perdido el beneficio de la duda. Hay que dejar algo claro: el covid-19 es real, las vacunas funcionan, la tierra es redonda y el holocausto ocurrió. No aceptar estas cosas no convierte a Kyrie Irving en un tipo atrevido o independiente, en un pensador libre. Le convierte en un Alex Jones con buen tiro”.
Mientras tanto, Irving pasó de atender a los medios y su última declaración sobre el tema fue combativa e ignorante: “Todo esto me hace más fuerte porque tengo un ejército a mi lado. ¿He hecho algo ilegal? ¿He insultado a alguien? Nunca renunciaré a nada en lo que creo”.