Me sorprendería ver a Oihan Sancet jugando el Mundial de Qatar, pero con Luis Enrique por medio no lo descarten, ni mucho menos. El día 11 saldremos de dudas. La semana que viene, sin ir más lejos.
El navarro ha pasado el primer corte, el de la lista de 55 jugadores. Veremos si supera la definitiva y acompaña a Unai Simón y Nico Williams, que, para mí son fijos. No acabo de ver lo de Iñigo Martínez, aunque le doy más opciones al de Ondarroa que al navarro. Eso es así.
Lo tiene complicado, pero si sigue haciendo tan buenos partidos como el del otro día ante el Villarreal, no estará lejos. Sancet no ha debutado con la selección española absoluta, pero fue habitual de la sub-21.
Me encanta el perfil futbolístico de Sancet. Creo que debería ser el jugador por el que el proyecto de presente y futuro del Athletic tendría que girar. Así de claro, lo digo. Le leí un dato a ‘Adurizpedia’ que me llamó la atención: el espigado centrampista rojiblanco lleva 90 partidos oficiales con el Athletic y el otro día, ante el Villarreal, fue su segundo encuentro completo: 2 de 90.
Es verdad que con cinco cambios cambia la película. También que los jugadores ofensivos son más proclives a ser sustituidos. Pero 2 de 90 me parece una exageración. Y Sancet ya no es un niño.
En la recta final de los partidos es cuando hay más espacios, más cansancio y ahí el navarro podría ampliar su renta goleadora, que es uno de los peros que le pongo al rojiblanco. Este curso suma tres dianas (ante el Elche, Rayo y Almería) y ha jugado, eso sí, once de los doce encuentros disputados hasta fecha en Liga. El otro partido que jugó completo fue en Huesca en la temporada 2020-21, con Marcelino en el banquillo rojiblanco. Los leones sufrieron una derrota en aquella 36 ª jornada, jornada en la que apuraban sus escasas opciones europeas.
De la mano de Berizzo
Sancet irrumpió en el primer equipo rojiblanco gracias a la apuesta de Berizzo. Igual es lo único positivo, y que se entienda, que hizo el argentino en el Athletic. Pero al Toto lo que es del Toto porque con otros jugadores y otros entrenadores se nos llena la boca enseguida y con algunos parece que nos cuesta más.
El ahora seleccionador de Chile se fijó en Sancet cuando jugaba en el juvenil y ya le llamó para esa pretemporada. Es verdad que diversas convocatorias con las categorías inferiores de España y, sobre todo, una rotura de ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda retrasaron su debut en el Athletic. Debut que llegó de la mano de Gaizka Garitano en aquella inolvidable noche en la que Aduriz hizo su último servicio en forma de gol, sí el de la chilena frente al Barça. Como para acordarse uno que aquel día Sancet debutó como león y lo hizo para quedarse.
Es verdad que durante el periodo de Marcelino en el banquillo del Athletic, Sancet estuvo jugando de delantero centro. A la fuerza ahorcan. Acabó amoldándose, qué remedio, pero sus características se amoldan mucho más al puesto que ahora mismo ocupa que como referencia ofensiva. Es verdad que se le debe y se le puede pedir más regularidad, pero sus giros y controles orientados son una marca de la casa muy complicado de ver en el fútbol actual. Y no es cosa del otro jueves.