A estas horas, con el recuento aún en marcha, parece que los republicanos se harán con el control de la Cámara de Representantes y que los demócratas podrían mantener el Senado, que sigue en juego.
En la Cámara de Representantes hay 66 asientos todavía por decidir, pero los republicanos solo necesitan 21 de ellos para tener la mayoría.
En el Senado hay un empate 48 a 48, con cuatro asientos por decidirse, según la CNN: Arizona, Wisconsin, Georgia y Nevada. En Arizona parece que ganará el candidato demócrata, de manera que solo necesitarían otro triunfo para empatar 50 a 50 y seguir controlando el Senado. Los dos asientos más disputados son los de Nevada y Georgia, donde podría ser necesaria incluso una segunda votación.
Los demócratas perderán el privilegio de controlar la presidencia y las dos cámaras. Volverá a haber división de poder, como ya sucedió en las primeras midterms después de la llegada a la presidencia de Barack Obama y Donald Trump.
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Estas elecciones legislativas son importantes por dos motivos. Primero, porque perder el control del Congreso hará más complicado que la Administración de Joe Biden lleve adelante su agenda legislativa en los dos años que le quedan de mandato. Pero también porque los resultados son un termómetro de la fuerza de ambos partidos camino de la próxima elección presidencial, en 2024.
La magnitud de la “ola roja”
Si en las presidenciales de 2020 los demócratas ganaron por 4,5 puntos de ventaja, ahora ha sido al revés y los republicanos se han impuesto 52,3% a 45,7%. Considerando todo el país, el voto se ha movido 11 puntos hacia los republicanos.
Pero ¿es un giro grande o pequeño? En unas elecciones de medio mandato como estas, es frecuente en términos históricos que el partido en la Casa Blanca salga penalizado. El péndulo suele moverse en esa dirección. El siguiente gráfico muestra ese cambio en las últimas seis elecciones legislativas bajo un presidente demócrata:
Esta dinámica también ocurre cuando el presidente es republicano. Por ejemplo, después de que Donald Trump ganase en 2016, su partido dio un paso atrás en las elecciones de medio mandato de 2018: el equilibrio se movió 6,5 puntos a favor de los demócratas, que se hicieron con el control de la Cámara de Representantes.
Cambios clave en el electorado
Las encuestas a pie de urna, que ha publicado la CNN, permiten ver qué grupos han cambiado más sus simpatías en estas elecciones, en comparación con cómo votaron en las presidenciales de 2020.
Un giro relevante se ha producido en el voto de los barrios suburbiales. Los republicanos siguen dominando en el medio rural y los demócratas en las ciudades. Pero el voto de la periferia ha cambiado de color. En 2020 allí ganaron los demócratas por dos puntos, pero ahora son los republicanos los que se imponen por seis.
Los republicanos han subido en casi todos los grupos. Pero hay algunos colectivos donde el giro a su favor ha sido especialmente intenso, como entre latinos, universitarios y rentas medias.
Es también interesante el cambio del voto respecto al aborto. En los extremos, el voto se polariza: quienes creen que debe ser “legal en todo los casos” han votado más demócrata y quienes creen que debe ser “ilegal”, en todas o la mayoría de situaciones, han votado mucho más republicano.
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