El próximo miércoles 16 de noviembre entra en vigor uno de los cambios más importantes en la regulación de los clubes mundiales y la compensación para los clubes formadores.
Para ese día está previsto que empiece a funcionar la Cámara de Compensación de la FIFA y que supone una reforma del sistema de traspasos. Se tratará de una cámara de compensación para los clubes formadores regulando la distribución de las compensaciones.
Una distribución de las compensaciones por formación que se realizará mediante un proceso que consta de tres etapas. Primero la identificación del derecho a compensaciones por formación. El segundo es la creación de un pasaporte deportivo electrónico y el tercero es la transferencia de fondos entre clubes a través de este fondo de compensación. Este proceso está regulado por el Reglamento de la Cámara de Compensación de la FIFA.
Será la administración de la FIFA quien tendrá que detectar los factores desencadenantes que generen el derecho a compensaciones por formación a partir de la información que hayan declarado las federaciones miembro y sus clubes afiliados en el marco de traspasos nacionales e internacionales. También en las primeras inscripciones como profesional de jugadores. Para lograr este propósito, la implementación e integración de los sistemas electrónicos nacionales, tanto para la inscripción de los jugadores y los traspasos nacionales, son fundamentales, y obligatorias desde el 1 de julio de 2020.
El pasaporte detalla la trayectoria de cada jugador
El pasaporte deportivo electrónico detalla la trayectoria de cada jugador desde los doce años. Un proceso de revisión con la participación de los clubes y las federaciones miembro correspondientes permitirá a la FIFA generar la versión final, lo que aportará transparencia, garantizará la precisión y facilitará el cálculo de las compensaciones por formación. El pasaporte deportivo electrónico estará acompañado de una orden de asignación, en la que se indicarán los importes exactos adeudados por el nuevo club a los clubes formadores.
Se trata de un cambio fundamental en la forma en que los clubes formadores verán recompensados sus esfuerzos, ya que se sustituye el sistema de reclamaciones actual por un proceso de asignación automática.
La orden de asignación se enviará a la Cámara de Compensación de la FIFA para su tramitación. Esta cámara comenzará una fase de evaluación de todas las partes, que consiste en realizar una evaluación de conformidad del cliente y un análisis de riesgos y controles exhaustivos de los clubes, sus propietarios, el origen de los fondos y el carácter de la transacción. Una vez que todas las partes hayan superado esta evaluación, el nuevo club procesa el pago y cuando la cámara reciba los fondos, los distribuirá inmediatamente a los clubes formadores. En caso de incumplimiento o impago, estos se trasladarán a la Comisión Disciplinaria de la FIFA.